@Noudiari/ Por todos es sabido que Fernando Alonso tiene las mismas malas pulgas con los fotógrafos de la prensa del corazón que con sus contrincantes sobre el asfalto. Sin embargo, el incidente que ha protagonizado junto al fotógrafo catalán Jordi Martín está menos claro que un adelantamiento con el safety car rodando en el circuito. ¿Ataque de Alonso al reportero o montaje del catalán para rentabilizar una guardia?
Todo sucedió cuando Jordi Martín, habitual de Eivissa durante la temporada de verano y colaborador de la prensa en papel, estaba apostado frente a la puerta del hotel del asturiano en Barcelona. El reportero ha publicado unas fotografías que muestran a Alonso, que se encuentra en la Ciudad Contal para competir el domingo en el Gran Premio de España que tendrá lugar en Montmeló, empujándolo con violencia. Según afirma Martín, del empellón cayó al suelo y su cámara, valorada en 6.000 euros, se rompió, por lo que interpuso una denuncia ayer por la tarde ante los Mossos d’Esquadra.
¿Fotógrafo agredido o montajista?
Martín afirma que no medió ningún tipo de provocación, que el bicampeón del mundo quiso evitar que le inmortalizaran al salir del hotel con su pareja, la modelo Dasha Kapustina, y por eso le profirió un golpe, para apartarlo y lanzarlo contra la pared. Pero el perfil de este fotógrafo se distingue por los altercados con los personajes a los que fotografía, como por ejemplo con Cesc Fábregas, con quien tuvo un encontronazo a la salida de la clínica Teknon y de la que se enorgulleció en Twitter, como explican en Libertad Digital.
Asimismo, otras fuentes afirman que Jordi Martín trabaja junto a otro fotógrafo, que se encarga de inmortalizar las escenas tensas que él mismo provoca. Algunos testigos de lo sucedido con Alonso en Barcelona aseguran que el deportista había salido a correr y que cuando regresaba al hotel, el fotógrafo se interpuso en su camino. El asturiano tuvo que agarrarlo de la camiseta y apartarlo para no arrollarlo por culpa de la velocidad, momento que el compañero de Martín aprovechó para tomar la fotografía de la discordia.
Montaje o violencia, la última palabra la tendrán los Mossos d’Esquadra.
A Jordi no le doy ningún tipo de credibilidad. Es un fantasma.
Un gilipollas que intenta vivir de la fama de otros. Eso es ese fotógrafo fracasado.
Este Jordi es un pringao y como fotógrafo no vale nada. Espero q esta vez le paren los pies
A Jordi le conozco yo y es un tipo sin escrúpulos. Todavía recuerdo cuando hizo un plató en el ‘Sálvame’, y le insultaron, lo humillaron y lo dejaron en evidencia, y luego el tipo todavía lo contaba todo orgulloso y feliz. ¡¡¡HE SALIDO EN SÁLVAME!!! Juas juas juas!!! Realmente, hay gente que no conoce lo que es la dignidad.