Este miércoles 11 de septiembre se cumplieron 23 años de los atentados terroristas perpetrados por Al Qaeda en suelo estadounidense, que costaron la vida a 2.977 personas. Es imposible no recordar el momento en que cada uno de nosotros tuvo noticia de lo que estaba sucediendo, pues la utilización de aviones comerciales repletos de pasajeros para lanzarlos como misiles contra rascacielos de una gran ciudad como Nueva York, era algo inimaginable.
Dos aviones fueron estrellados contra las torres gemelas del World Trade Center, un tercero lo hizo contra el edificio del Pentágono, sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, en Arlington, Virginia. Y un cuarto Boeing 757 fue secuestrado y los pasajeros, conocedores de lo que estaba sucediendo, lucharon por recuperar el control del aparato, lo que hizo que acabara cayendo en un campo de Stonycreek, Pensilvania.
Después del 11-S, nada volvió a ser igual. Y no hablo únicamente de la guerra de Irak y las consecuencias posteriores de aquella invasión con el objetivo de derrocar a Sadam Husein y neutralizar su arsenal de armas de destrucción masiva. Ni había tal arsenal ni Sadam Husein tenía mucho que ver con los atentados de Al Qaeda.
Tras Al Qaeda apareció el Estado Islámico de Irak (ISIS) y las acciones terroristas islamistas se multiplicaron en todo el mundo, también en Europa y en España. El 11 de marzo de 2004, tres días antes de las elecciones generales de 2004, los yihadistas radicales perpetraron el mayor atentado terrorista de la historia de España y el segundo mayor en Europa, tras el atentado de Lockerbie (1988). 193 personas inocentes perdieron la vida en Madrid.
En la actualidad, los servicios de información y antiterroristas de toda Europa vigilan de cerca el terrorismo yihadista. Desde 2004, 620 de personas han sido arrestadas en España en 344 operaciones policiales, acusadas de preparar algún tipo de acto terrorista. En Baleares, 12 han sido los detenidos en 8 operaciones policiales. En Ibiza, fueron dos los arrestados en octubre de 2016. Concretamente, en Sant Antoni de Portmany. Dos imanes de nacionalidad marroquí, que se dedicaban a la captación y adoctrinamiento de futuros yihadistas.
En resumen, vivimos en un mundo peligroso, donde periódicamente se producen en toda Europa actos terroristas. Y en España sigue activo el Nivel 4 de alerta antiterrorista, aunque ya apenas nadie se acuerda.
Qué bien que se acuerden de un asesinato masivo perpetrado por unos mal nacidos.
En Gaza eso pasa todos los días. No 2977 asesinados, son más de 41.000 asesinados, mayoritariamente niños y mujeres. Y toda esta caterva de políticos bien trajeados con su lacito en el pecho, la flor de la ofrenda en la mano y cómplices o espectadores de este genocídio televisado en directo, miran para otro lado.
Hipocresía a un nivel infinito.
Malditos sean ellos y sus cómplices. Los que se hacen llamar demócratas y venden armas a un estado sionista genocida encabezado por un monstruo como Netanyahu, para que exterminen mejor.
Malditos sean los Hamás asesinos y secuestradores de inocentes.
Malditos hipócritas.
Que suelten a los rehenes y se habrá acabado todo.
Sí, clar, els deixen anar i s’acaba tot, perquè quan els deixin anar, els de l’exèrcit del feixista Netanyahu els fotran un tret al cap sense cap mirament.
I, clar, s’haurà acabat tot.
No siguis il·lús, home, que en comptes de fer-te dir ‘Pau’, t’hauries de fer dir ‘Cap de Fava’!
Censurando???
Decia q muy mal informado está el autor, pero mucho!!