El Consell de Formentera ya ha activado, un año más (y van cuatro), la restricción de entrada de vehículos en la isla. Hasta mediados del mes de septiembre no podrá haber más de 19.696 vehículos circulando en la Pitiusa del sur.
Con el loable objetivo de evitar que las carreteras se colapsen por mor de la avalancha de turistas que se desplazan allí con sus vehículos, sólo se permite la entrada de 980 coches y 220 motos de turistas. Y si los visitantes son residentes en Ibiza, únicamente se autoriza la llegada de 220 turismos y 20 motos, una cifra irrisoria, como si las motos de los residentes ibicencos fueran la causa del colapso.
¿Saben ustedes cuántas motos de alquiler pueden operar en Formentera durante el periodo restringido? 6.160 motos de alquiler. Comparen ustedes las motos de ibicencos que pueden entrar en Formentera (20) con la abultada flota de alquiler. Sería un ejercicio de sinceridad y honestidad que las autoridades de Formentera dijesen a los ibicencos: “No vengan con vehículo propio. Alquilen uno aquí”. Todos lo agradeceríamos.
Ahora que el Consell d’Eivissa quiere emular a sus vecinos limitando la entrada de vehículos a la Pitiusa mayor, lo más justo sería actuar con los residentes formenterenses a la recíproca. En periodo estival, sólo 20 motos y 220 coches al día. Veremos qué tal les sienta tomar del mismo jarabe que ellos recetan.
Formentera es el cortijo particular de cuatro caciques que limitan la competencia para seguir enriqueciéndose a toda costa. Sucede con los taxis, con los rent a car y en general, con todos los servicios. Eso sí, la basura se la endosan a Ibiza para que acrecienten la montaña de Ca na Putxa.
Es una pena que tanto como celebran nuestros gobernantes el federalismo insular con la aprobación de la nueva Ley de Consells Insulars, desde Formentera se siga haciendo la puñeta a Ibiza, pero aprovechándose de sus vecinos para lo que les conviene. Y todos riéndoles las gracias a los caciques.
Cert és que a Formentera hi ha massa vehicles. Entre aquests, massa vehicles de lloguer.
Cert és que ampliar la quota dels que venen d’Eivissa i reduir la dels de lloguer tampoc seria cap drama.
El que no s’entén, és que un mallorquí hagi de venir a intentar sembrar la discòrdia entre la gent d’Eivissa i la de Formentera.
… Clar que d’algú que no era bo ni per a agent de la Guàrdia Civil, i que ha set el pitjor dels tres directors que, fins ara, ha tengut el PPeriódico de Ibiza y Formentira, tampoc se’n pot esperar gran cosa, oi?
Cobard!
Au va, JMP!
Si vols escriure en català, almenys escriu sense faltes d’ortografia, mediocre.