La legislatura del Pacto Progresista, liderado por Pilar Costa, fue histórica porque, por primera vez, se unieron todos los partidos del espectro de la izquierda de las Pitiusas con un único objetivo: derrocar al Partido Popular y tocar poder.
También fue histórica la legislatura del Pacto porque, por primera vez en la historia de las islas, se gobernó única y exclusivamente a través de titulares de prensa. Daba igual si lo que se anunciaba ni siquiera había intención de hacerlo, simplemente bastaba con hacer una rueda de prensa y que todos los medios de comunicación lo anunciaran con grandes titulares para dar la sensación de que estaban haciendo cosas. Y eso, finalmente, es lo único que quedaba en el subconsciente de los votantes. Cualquiera con tiempo y ganas de bucear en las hemerotecas comprobará que de las decenas de proyectos que se anunciaron, tan sólo un par de ellos llegaron a ser realidad.
Por desgracia pocas cosas han quedado de esos 4 años de parálisis institucional. Pero algunos alumnos aventajados se dieron cuenta de que funcionaba eso de hacer política mediante titulares de prensa y lo están poniendo en marcha en esta precampaña electoral. El principal objetivo de los embustes preelectorales está siendo el senador y ex alcalde de San Antonio Pepe Sala a quien, sin haber desvelado todavía los ejes principales de su programa electoral, ya le están atribuyendo macroproyectos de los que jamás había hablado y presuntos escándalos que, una vez leída la legislación vigente, se diluyen como un terrón de azúcar en el océano.
Una de estas macromentiras que, pese a ser un vil embuste, deja poso en el subconsciente del electorado es el de la presunta construcción de un macrotúnel bajo el Passeig de ses Fonts para dar salida a tráfico pesado del puerto. Un proyecto que alguien elaboró y que está en manos del Ayuntamiento pero del que jamás Sala dijo que fuera a adoptarlo para su programa. Todo lo contrario, en cuanto se disparó el bulo tanto en los medios de comunicación como en las redes no dudó en negarlo con contundencia y dar por zanjado el asunto. Pero como la dudosa ética política de muchos no les impide que una verdad como un templo se interponga en su afán de lograr su único objetivo de arañar votos sea como sea, han seguido arrastrando torpemente su mentira en redes y usando algún periodista despistado que no se ha enterado todavía de que no hay ningún tipo de escándalo.
Otro de los bulos que los partidos de la oposición están lanzando contra Sala está relacionado con el cementerio de San Antonio. Dicen, entre otras cosas, que está calificado en las normas subsidiarias como zona verde y que no respeta el retranqueo que exige la ley para este tipo de instalaciones para no perjudicar a su familia, propietaria de los terrenos colindantes.
Pues en un par de cosas tienen razón. El cementerio está calificado como zona verde en las normas subsidiarias que se están elaborando en la actualidad y que recogen que el cementerio municipal pasará ya a estar en sa Pedrera, por lo que el solar del actual camposanto dejará de tener ese uso.
También tienen razón en el hecho de que los terrenos colindantes pertenecen a la familia de Pepe Sala. Lo que no dicen, más por mala fe que por ignorancia, es que las tierras donde se asienta el cementerio las cedió gratuítamente el abuelo de Sala al Ayuntamiento. Y en cuanto a las acusaciones de que no se respeta el retranqueo para poder beneficiar a sus familiares, baste de decir que la ley dice claramente que en los cementerios urbanos, como es el de San Antonio, así como en los de nueva ejecución, no se exige el preceptivo retranqueo sanitario de 50 metros.
Estos son algunos de los ejemplos de la política ficción que intentan hacer algunos partidos políticos sin propuestas ni imaginación y que, por desgracia, los otros también utilizan sumándose al carro de las mentiras para tratar de desprestigiar al, posiblemente, mejor alcalde que ha tenido San Antonio y que, en 8 años gestionando el Consistorio, logró que el municipio avanzara en infraestructuras el equivalente a 20 años.
Por desgracia todavía está presente en nuestra vida política esa premisa tan utilizada por el nacional socialismo de «miente, miente, que algo queda».
José María de Lamo