Nuestra querida isla de Ibiza lleva siendo el escenario de una situación crítica que ha ido en aumento en las últimas décadas: el acceso a la vivienda. Este dilema, que afecta no solo a residentes, sino también a trabajadores temporales y turistas que desean establecerse en la isla, alcanzó hace ya tiempo proporciones dramáticas, dejando al descubierto la falta de medidas efectivas por parte de gobiernos locales, autonómicos y nacionales.
En este contexto, es imprescindible señalar que ni el Partido Socialista, ni el Partido Popular, han logrado abordar de manera adecuada la problemática de la vivienda en Ibiza (ni en el conjunto de España). La construcción de vivienda pública en régimen de alquiler ha brillado por su ausencia, dejando a la población sin opciones viables en un mercado dominado por los altos precios y la escasez de oferta. Esta falta de acción gubernamental ha situado a España en la cola de la Unión Europea en cuanto a vivienda pública, con apenas un 2,5% del total de viviendas, en comparación con países como Países Bajos (30%), Reino Unido (17,6%), o la propia media de la UE (9,3%).
La situación se agrava aún más en Ibiza debido a su limitado territorio, con la mayor parte del mismo protegido y con poco margen de desarrollo para las zonas urbanas. La preservación del entorno natural es una prioridad tanto por motivos medioambientales como económicos, ya que el turismo, motor principal de la economía local, depende en gran medida de la belleza y la conservación del paisaje. Además, la escasez de recursos básicos como el agua añade un desafío adicional, ya que su suministro y tratamiento adecuados siguen sin estar garantizados a día de hoy.
Ante esta compleja situación, resulta evidente que no existe una solución fácil ni inmediata, en caso de que exista siquiera una solución. Mientras la demanda de vivienda siga en aumento, impulsada por previsiones demográficas que auguran un incremento significativo de la población en las próximas décadas, será difícil encontrar una salida satisfactoria. El Instituto Nacional de Estadística estima que la población de Baleares podría aumentar en un 30% para el año 2037, lo que podría provocar que Ibiza pasase de los actuales 160.000 habitantes, a prácticamente 200.000, exacerbando aún más la presión sobre el mercado inmobiliario y los recursos disponibles.
En este contexto, una solución parcial pero relevante podría ser la construcción de vivienda pública dotacional, al menos para intentar garantizar la cobertura de servicios públicos esenciales, porque en este caso sí podría construirse la vivienda que hace falta para tener plazas por ejemplo de sanitarios, Guardia Civil, o Policía Nacional cubiertas. Las medidas fiscales para facilitar la compra de la primera vivienda, así como la promoción de VPO por parte de las administraciones públicas (teniendo en cuenta la falta de suelo público disponible), son medidas igualmente necesarias, pero seguirán siendo insuficientes para resolver o aliviar de forma significativa el problema.
Es también imprescindible la lucha contra los alquileres turísticos ilegales, pero en este caso las administraciones públicas deberán ser imaginativas para encontrar nuevas formas de luchar contra esa lacra, y harán falta muchos más recursos para terminar con ese problema. De nuevo, esto podría ayudar a reducir el problema, pero difícilmente se podría poner en el mercado regular toda la vivienda que hace falta a día de hoy.
Lo que no podemos aceptar en ningún caso son medidas fáciles a problemas complejos, discursos populistas que se aprovechen de la desesperación de la gente, o medidas que se han demostrado fracasadas o que incluso agravan el problema, como ya hemos llegado a ver.
La compleja situación del acceso a la vivienda en Ibiza requiere de un enfoque integral y comprometido por parte de todos los sectores de la sociedad. Necesitamos rigurosidad, consenso y valentía por parte de aquellos a los que les compete tomar decisiones sobre el futuro de nuestras islas. Sólo mediante la colaboración y el esfuerzo conjunto será posible encontrar soluciones duraderas que permitan garantizar el acceso a una vivienda digna.
Javier Torres Serra, miembro de Cs y portavoz de Sa Veu des Poble en el Ayuntamiento de Sant Joan de Labritja
En definitiva, no aporta ninguna solución, es más de lo mismo y dice lo que todo el mundo sabe. Esa es la forma de solucionar los problemas por parte de los políticos, bla bla bla bla , y ninguna acción concreta.
En el texto se proponen varias cosas, aunque tal vez usted no tenga una comprensión lectora demasiado buena y por eso no lo haya visto. Y al parecer no muchas de estas cosas no las sabe «todo el mundo» cuando uno ve los resultados de las elecciones. En definitiva, lo que no aporta nada es su comentario.