Se acerca el final de la temporada de 2018 y lo hace con la buena noticia de que, un año más, el Imserso va a crecer en nuestras islas. Se calcula que, en los dos plazos de final de año y febrero-mayo llegarán a Ibiza en torno a 38.000 personas, desde 16 aeropuertos nacionales, 5 más que el año pasado.
El tirón a nuestra economía invernal, aunque pequeño, se deja notar en muchos sectores y permite generar algunos empleos más duraderos y, por tanto, de mayor calidad. Son muchos los trabajadores y empresarios de bares y cafeterías, comercios, mercadillos, rent a cars, guías turísticos, y demás oferta, además de los propios hoteles en donde se alojan, ocho esta temporada, los que se benefician de estas llegadas de turistas mayores españoles, quedando como reto pendiente en el que debería trabajarse la llegada turistas mayores europeos.
Además, se constata que el perfil de cliente del Imserso ha evolucionado hacia gente con más experiencia, que busca disfrutar del destino, alquila coches, compra excursiones, busca descubrir restaurantes y degustar nuestra gastronomía, y vivir experiencias que no pueden vivir en sus lugares de origen. Para todo ello nuestra isla es un destino ideal, por dimensiones, por oferta, por clima, por condiciones. Pero no debemos descuidar aspectos como limpieza y seguridad, en sentido amplio (aceras, jardines, carreteras, etc.)
Y, una vez más, tenemos que pedir reflexión y planificación a largo plazo porque Ibiza tiene un incuestionable conjunto de atractivos que permitirían alargar la temporada más allá de los 6 meses (o menos) que dura la temporada en la actualidad.
Nuestro clima, nuestra tranquilidad, nuestros paisajes, nuestra gastronomía, nuestra gente, pueden ser un atractivo enorme para millones de europeos que tienen climas y entornos mucho más severos y que se encuentran a un distancia de entre 2 y 3 horas de avión.
El trabajo para alargar la temporada turística por los extremos, con mucho esfuerzo va dando, lentamente, sus frutos. La mejora de las conexiones aéreas, tanto nacionales como internacionales es clave para poder conectar Ibiza con los potenciales turistas. Este invierno se potenciarán las llegadas desde Holanda y, por primera vez en los últimos años, tendremos conexiones con Alemania.
Todo ello, no obstante, no debe hacernos caer en la autocomplacencia. Hay mucho camino por recorrer. Solo hay que mirar la previsión de llegadas al aeropuerto de Mallorca y el abanico de nacionalidades y aeropuertos de origen para ver que Ibiza tiene un amplísimo margen de mejora.
Una mayor conectividad requiere de un mayor esfuerzo por ofrecer una isla amable con los turistas en los meses en los que casi todos nuestros atractivos de verano están inactivos, y así nos lo hacen saber las compañías aéreas y touroperadores.
Y requiere también de una isla comercialmente fuerte que tenga un buen producto de invierno para ofrecer y que ayude a tener mejores ocupaciones antes y al final de las temporadas estivales.
Desde Fomento del Turismo estamos trabajando, también, en mejorar la oferta de actividades a realizar en invierno, pero se requiere un esfuerzo de todas las instituciones y una estrategia de futuro que defina hacia dónde queremos apuntar en nuestro turismo de invierno.
Recursos turísticos y condiciones sabemos que no nos faltan.
Por Fomento del Turismo de Ibiza