El mar es inherente a las personas que nacimos en las islas, a los que hemos crecido en sus playas y a los que, desde niños, aprendimos a amarlo, disfrutarlo y respetarlo como el tesoro que es. Y en este ámbito ha tenido un peso más que relevante el Club Náutico de Ibiza, un espacio abierto al puerto y a la navegación que fomenta las actividades náuticas deportivas y recreativas en Ibiza y que, además, desempeña una labor fundamental en la vida cultural y social de la isla.
Hablar del Club Náutico de Ibiza es hablar de un siglo de nuestra historia. Desde pequeños, todos los ibicencos hemos aprendido a navegar en sus instalaciones y gracias a las iniciativas de una entidad a la que todos, sin excepción, tenemos en el corazón. ¿Cuántos niños y jóvenes se han adentrado en el Mediterráneo a bordo de uno de sus Optimist? ¿Cuántas regatas han dado vida a esas aguas? Seguramente, sin el Club Náutico de Ibiza nuestra historia, la de la isla de Ibiza y la de sus gentes, sería otra.
No podemos obviar que su función traspasa el ámbito deportivo, es imprescindible desde el punto de vista cultural, como heterogéneo punto de encuentro y de acogida de exposiciones, presentaciones y disertaciones de toda índole, incluso como embajador de la gastronomía ibicenca. Del mismo modo que es indispensable desde el punto de vista social, no sólo porque sea un nexo del pueblo con el mar, sino porque ha impulsado iniciativas tan interesantes y prósperas como el programa “Un Mar de Posibilidades”, que en 2023 cumplió 20 años y que merece una especial atención ya que acerca la playa y el mar a niños y mayores con dificultades, conjugando ocio con terapia y el sabio cuidado de los profesionales que les asisten.
Ibiza es, desde hace tiempo, un clamor a favor del Club Náutico de Ibiza y lo es porque este lugar nos une, pertenece al patrimonio emocional de los ibicencos, es parte de nuestra vida y nuestra memoria, y allí todos tenemos cabida. Las islas precisan espacios sociales que conecten el mar con las personas y el Club Náutico de Ibiza es necesario, por su labor de formación, por su trabajo en pro de la cultura, el arte y la divulgación, y por su función social, que democratiza el mar haciéndolo accesible a todos.
No podemos dejar que desaparezca una entidad que lleva tanto tiempo prestando un gran servicio a la isla porque es, precisamente, su incondicional labor hacia los ibicencos la que dota al Club Náutico de Ibiza de su auténtico valor incalculable, el que ha costado nada menos que 100 años edificar.
¡Que sean muchos años más del Club Náutico de Ibiza!
Fundación Abel Matutes
Molt bé!!
Ànims a nes Club!!