Mucha tristeza me causó la mala noticia del repentino fallecimiento de Alfonso Ribas Prats, sin que aparentemente se conociera que sufriera enfermedad alguna.
Siempre es triste cuando alguien se va, pero ciertamente cuando esto ocurre, unos te duelen más que otros, y eso que yo no mantenía con Alfonso una constante relación de amistad, igual pasaban tres o cuatro meses sin vernos.
Eso sí, cada vez que coincidíamos nos tirábamos un buen rato hablando de cosas del pueblo, de cómo marchaba todo y más cosas que hay en una conversación entre personas que se aprecian y que se conocen de toda la vida (nací a menos de 50 metros de su tienda).
Alfonso era serio, trabajador, sensato e inteligente (tal vez por eso nunca se metió en política). Era una buena persona, con un trato fácil, amable y conciliador. Muy santantoniense y gran ibicenco. Pueden estar seguros que, en reuniones de temas de transporte que mantenía en Mallorca, defendía mejor que los propios políticos las problemáticas de nuestra isla.
De él hay un aspecto que aquí quisiera destacar y que tal vez muchos desconozcan: Alfonso, en su juventud, cuando estudiaba y residía en Valencia, fue un asiduo jugador de balonmano, en donde destacó y, más tarde, llegó a obtener el título de monitor-entrenador de este deporte. Años más tarde, al regresar a su tierra, colaboró y ayudó a crear y mantener al entonces Club Balonmano San Antonio, que luego más tarde pasó a denominarse Club JASA
Balonmano Sant Antoni.
De hecho no pude servirle con el único favor que jamás me pidió, que fue que, si ya no nos hacía falta, le devolviéramos el titulo de entrenador que nos prestó (pues le hacía ilusión tenerlo en su poder) y que a nosotros nos lo exigía la federación para poder presentar los equipos y, así, poder participar en las ligas insulares.
Un buen hombre que, tanto él personalmente como a través de sus empresas, siempre que se le pedía colaboración, aportaba para todo tipo de eventos e iniciativas deportivas, culturales y sociales.
Sant Antoni, en calidad humana, ha perdido un activo de los más importantes que tenía.
Amigo, descansa en Paz.