En representación del grupo ‘Unión de filólogos y traductores preocupados por el intrusismo’ queremos expresar nuestro malestar y sensación de impotencia ante una situación que a todas luces resulta injustificable y que responde a intereses personales que nada tienen que ver con la calidad educativa. Durante años docentes de diferentes ramas de humanidades han accedido a plazas de lenguas extranjeras careciendo de una titulación adecuada que garantice la excelencia educativa. Un nivel B2 de conocimientos de lengua inglesa bastaba para rifarse las plazas de inglés o de cualquier otra lengua extranjera.
Nos referimos a demostrar unos conocimientos básicos de la lengua que evidentemente resultan insuficientes para ejercer la labor docente. Un gran número de alumnos ha asistido a academias y clases de repaso desde la primaria y, llegados a secundaria, presentan ya niveles equivalentes y superiores al first certificate de Cambridge correspondiente al B2 del MCER. Las consecuencias de esta rifa de plazas lingüísticas han sido catastróficas: Filólogos y Traductores en la cola del paro durante años y años, carreras frustradas, condiciones laborales precarias realizando sustituciones esporádicas o medias jornadas…
Lo peor de todo es que los sindicatos han fomentado y defendido con argumentos el intrusismo en las lenguas y, paradójicamente, no han derramado ni una lágrima por cada uno de los especialistas en el paro. De hecho, ahora que las nuevas bases han sido publicadas y, viendo que las lenguas extranjeras deben ser impartidas por especialistas para así mejorar y/o al menos tratar de garantizar un sistema educativo de calidad, todos y cada uno de los sindicatos abogan por la continuidad en la mediocridad, la justificación del intrusismo, la conformidad con el sistema anterior y todo con tal de contentar a sus afiliados. Han elegido y las víctimas somos los filólogos, los traductores, los estudiantes que observan incrédulos cómo profesores de historia, de filosofía, de catalán, de geografía, de castellano, entre otros, tratan de darles clases de inglés sin los conocimientos que una especialización ofrece.
Años y años viendo como sus profesores entran en clase, explican algo en inglés de lo que nadie se entera y luego se van. Y mientras tanto los filólogos y traductores trabajando en bancos, empresas extranjeras, consulados, de repartidores, de cajeros… Observar cómo los sindicatos critican la insuficiencia de un nivel B2 para impartir materias no lingüísticas en el marco del TIL y después reivindicar que un B2 de lengua extranjera sea sufiente para ejercer nada más y nada menos que de filólogo, clama al cielo y deja al descubierto la hipocresia de muchos.
Resulta llamativo ver que tras un año durísimo entre docentes y Conselleria por el tema de los recortes educativos, el proyecto TIL, la ley de símbolos o los expedientes sancionadores, ahora que salen las bases de las futuras interinidades, los sindicatos se lancen, desde el primer minuto, a presentar recursos de reposición, a considerar intolerable que un filólogo por el mero hecho de pasarse la vida estudiando una lengua tenga el coto exclusivo de las lenguas. Como ellos dicen: «Ahora que los especialistas en lenguas se ven beneficiados por el sistema, no quieren que otros puedan dar lenguas. Debéis ser más solidarios». Una bofetada en toda la cara es la que recibimos los especialistas en lenguas cuando escuchamos estas palabras: «Beneficiados», «insolidarios». ¡No comment! Un sistema educativo de calidad debe comenzar por unos cimientos basados en la formación de cada uno de sus docentes. Es decir, que la historia la impartiría un licenciado en historia, la filosofía un filósofo y las lenguas los filólogos.
Es curioso observar cómo nadie está interesado en informar a los padres de que los profesores de inglés, francés de sus hijos son realmente historiadores, geógrafos, filósofos que no ejercen de lo suyo sino que juegan a ser filólogos. Y es que los conocimientos que presentan son en muchos casos equivalentes o inferiores a los de sus hijos. Estaría bien y creemos que sería justo que lo supieran y que opinaran acerca de ello. Es un derecho que no se les puede negar u ocultar.
Alegar que la experiencia previa de un licenciado en humanidades dando inglés les autoriza y habilita como filólogos carece de fundamento y se cae por su propio peso. La experiencia puede ser buena o mala. Y la misma se puede prolongar toda una vida. Como decía Oscar Wilde ´La experiencia es la única prueba de nuestros errores` Solicitar una prórroga mientras los humanistas se sacan la carrera es como pedirle al filólogo que lleva 10 años esperando una oportunidad, que se espere 5 años más sin trabajo para que cuando el humanista sea filólogo como él le vuelva a quitar el trabajo para siempre. ¡Qué injusticia!.
La Conselleria habrá cometido errores, pero creemos que si somos algo serios debemos reconocer que en este tema ha actuado con frialdad, coherencia y ha cambiado algo que resultaba lacerante e injusto. A día de hoy se establece que un especialista en lenguas es el que debe impartir las lenguas, ya que ha sido formado para ello durante años y años. Se le reconoce por tanto ese derecho laboral. Es el primer cambio hacia un proyecto trilingüe de calidad.
Con la entrada del TIL el protagonismo de los especialistas en lenguas y, en especial en inglés. resulta vital. Un inglés de calidad basado en la excelencia lingüística requiere de la intervención de los filólogos. Partiendo de clases de lengua inglesa de calidad el alumnado adquiere las competencias necesarias para acudir a clases de otras materias en inglés. Así mismo, los docentes que impartan materias en inglés precisarán la ayuda de los filólogos y traductores para estructurar de manera coherente sus exposiciones, para alcanzar la fluidez necesaria, para adecuar sus clases y la manera en que expone las cosas en inglés al nivel del alumnado sin utilizar estructuras complejas etc. Y todo ello no será posible sin expertos en lenguas.
Por todo ello rogamos a Conselleria que mantenga las bases como están y que no vuelva a permitir el intrusismo en las lenguas nunca más. En consecuencia, los especialistas en lenguas extranjeras firmamos este manifiesto y expresamos nuestra intención de luchar por lo que hemos estudiado, por nuestros derechos laborales. Es ahora más que nunca cuando son necesarios los especialistas en lenguas extranjeras y esperamos el trato y la consideración que merecemos.
https://www.facebook.com/stoptakingourjobs?ref=hl
Unión de filólogos y traductores preocupados por el intrusismo en las lenguas
Completamente de acuerdo!!!