En referencia a las difamaciones y medias mentiras/verdades publicadas por Prensa Pitiusa sobre mi persona, en sus números 327 y 328, deseo hacer una serie de aclaraciones:
- El único cargo político que he ocupado en mi vida es el de concejal en el Ayuntamiento de Eivissa desde el año 2011, por tanto atribuirme responsabilidades políticas en los años que se hace referencia con manifiesta malicia (2005-2006), es sencillamente una deliberada perversión de la realidad.
- He trabajado y trabajo para distintas instituciones -independientemente de su color político-, escogido con un criterio técnico por el servicio que presto (a diferencia de Prensa Pitiusa, claro, empresa contratada mayoritariamente por tener un carnet de un color concreto –véase la facturación proveniente de instituciones públicas de los últimos años- y no por la veracidad e imparcialidad por la que entiendo debería regirse un medio de comunicación que se precie).
- Mi trato con las instituciones se realiza, como el resto de los ciudadanos de a pie, a través de funcionarios, con la presentación de presupuestos y los debidos informes y no con determinados políticos en reuniones opacas y/o –presuntamente- falseando estadísticas para justificar contratos. ¿Les suena?
- A cambio del dinero público, nuestra empresa sí prestó el servicio contratado del que existe abundante documentación y no como el semanario Prensa Pitiusa, que por ejemplo, al Ayuntamiento de Eivissa le llegó a facturar hasta en cinco ocasiones noticias de Formentera. ¿Recuerdan?
- Los datos económicos que publican son erróneos, parciales, sin contraste documental o legal alguno, carentes de rigurosidad e inducen al engaño, en tanto que hacen referencia únicamente al modelo de hacienda 347 que indica las cantidades abonadas anualmente y no a las facturas, documentación básica e imprescindible para efectuar manifestaciones tan graves con un mínimo de rigor, ya que indican los conceptos, plazos de ejecución e importes unitarios. ¿Así hacen periodismo de investigación?
- Y lo más importante, que demuestra su mala fe e ignorancia. El titular de la noticia: “Villalonga no recuerda si firmó contratos con Vila para dar servicios por 85.000 €” es un texto tergiversado que carece de cualquier fundamento. Ya que si se hubieran informado, sabrían que cada curso es una unidad operativa o funcional distinta, o sea, tiene entidad propia de cara al máximo legal establecido (en esas fechas 12.000 €) para realizar un contrato menor (en el periodo 1998-2010, el mayor importe facturado fue de 5.790,02 €). Por tanto, se cumplieron todos y cada uno de los parámetros legales existentes en ese momento.
Consecuentemente, la suma de importes anuales que tan escandalosamente publicitan, carece de validez, excepto a efectos dañinos, la cual es claramente su intención. ¿Para qué tomarse la molestia en ser riguroso, veraz e informarse debidamente?
En resumen, el semanario Prensa Pitiusa, tergiversa, miente y actúa con manifiesta ignorancia y mala fe, pretendiendo además ridiculizar y desprestigiar a quien, en el ejercicio de su labor como concejal, descubrió en la Comisión Informativa de Administración Municipal del 22-03-2013 que la Sra. Marienna Sánchez-Jáuregui pagaba, sin contrato ni concurso público, publicidad institucional a cambio de noticias que se publicaban gratuitamente en otros medios; hecho éste que ha conducido a que se desenmascare una trama, en la que “supuestamente” –los hechos están pendientes de fiscalía- se financiaba irregularmente a dicho semanario con miles de euros de dinero público. ¿Han tomado nota?
Y por cierto NO….todos son de su condición.