FOC I FUM, POR VICENT TORRES
¿No están un poco hartos de que les tomen el pelo? En mi caso, empieza a haber poca pelambrera, pero ya empieza a echarme humo el cogote con tanto atropello. El conseller Marc Pons reconoció en el pleno del Parlament que han denunciado a tres aerolíneas subcontratas con Air Nostrum ya que, prácticamente, operan con unas tartanas que vuelan de milagro y lo de los derechos de los pasajeros les suena a cuento chino: sillones rotos, desembarcos inesperados, incumplimientos de horarios… Y todo esto a sabiendas de que se han pasado por el arco del triunfo el descuento de residente. Los billetes nos salen más caros que antes.
El hartazgo de los ciudadanos, los que sí pagan los billetes de avión y de barco (a los que deberían controlar el asunto también se lo pagamos nosotros), debería estar llegando a límites insospechados. No se puede confiar en los sondeos, ni en el Consejo General del Poder Judicial, ni en la carne de cerdo, ni en los alimentos transgénicos, ni en las Universidades, ni en las tesis doctorales. El atún rojo no suele ser atún y el mero de los restaurantes en muchos casos tampoco es mero. Y las prótesis que circulan por los hospitales son malla de sacos de naranjas.
El nivel de algunos gobernantes es tan bajo que cuesta creer que sean capaces de evitar la tremenda estafa en la que se está convirtiendo la sociedad. Y más viendo que centran sus programas electorales en lo mismo de siempre. Nada nuevo y, lo que es peor, no se espera gran cosa diferente en un futuro cercano. Mientras, el resto nos dedicamos a patalear de vez en cuando. Me pregunto qué debe pasar para que el pueblo salga a la calle. Espero que no sea por sonarse los mocos con un trozo de trapo, por muy simbólico que pueda llegar a ser. Espero que sea por algo más.