El debate de la verdad, la ilusión y la ciencia ficción, por Sergio Lleó (Representant d’Estudiants d’Eivissa y Formentera)

En primer lugar, en aras de un posible referéndum ilegal en Cataluña el próximo día uno de octubre, no paramos de escuchar mentiras que hacen referencia con argumentos falsos a que la democracia es votar, que todos los pueblos tienen la libre autodeterminación por normas internacionales, que las medidas policiales en Cataluña son franquistas y que la sociedad civil catalana esta expresando su sentimiento con comportamiento cívico y pacifico.

Además, es doctrina en el derecho internacional que puedan optar a la independencia exclusivamente aquellos territorios sometidos a dominación colonial, que no es el caso de Cataluña. Por lo tanto, los argumentos de los políticos del bando independentista están manipulando la opinión popular de muchos ciudadanos, hasta tal punto que en varios medios de comunicación catalanes se puede escuchar que las manifestaciones celebradas en Cataluña  están teniendo un comportamiento cívico y pacifico, mientras destrozan vehículos de la guardia civil.  

Ante tales circunstancias, es competencia exclusiva del poder judicial, juzgar a quien vaya contra el Ordenamiento jurídico español, y es competencia exclusiva del poder ejecutivo llevar a cabo las sanciones que pueda interponer el Poder judicial. Así que son los cuerpos de fuerzas y seguridad del Estado, los competentes en frenar el ilegal referéndum convocado para el día uno de octubre en Cataluña.

En segundo lugar, vista las declaraciones del presidente del gobierno Mariano Rajoy expresando su conformidad en negociar una reforma constitucional, hace despertar un ánimo de actualizar la Constitución al siglo XXI, donde todos los territorios españoles tendrán el momento ideal para cambiar todo lo que sea coherente, ya que la Constitución tiene que ser ratificada por todos lo españoles en su conjunto.

De esta forma, es cierto que los griegos utilizaron la palabra «Gimnesias» para referirse a las islas de Menorca y Mallorca. En cambio, cartagineses y romanos prefirieron la denominación «Baleares» para referirse a Menorca y Mallorca. Todos ellos, llamaron Islas Pitiusas a Eivissa y Formentera. Ante estas circustancias historicas, analizando que sería lo mejor para las islas d’Eivissa y Formentera, no se me ocurre otra idea mejor que proponer al gobierno de la nación, que las Islas Pitiusas sean reconocidas como una nueva provincia española sin depender de Mallorca.

Teniendo en consideración que la capital balear es la que distribuye los presupuestos del estado destinados para las Islas Baleares, donde Mallorca se lo queda todo y a las demás islas no nos llega equitativamente lo que nos pertenece para sustentar el gasto público necesario en materia de sanidad, educación, seguridad, deporte, promoción turística, cultura, obras públicas, urbanismo y transporte, entre tantas áreas perjudicadas por la doble insularidad.

El problema está en que los partidos políticos de las Pitiusas, como puedan ser PP, PSOE, PODEMOS y C´S, están subordinados a los políticos de las sedes centrales de Mallorca, y estos a la vez subordinados a políticos de las sedes centrales nacionales, creando entre nuestros políticos la imposibilidad de luchar por lo que nos pertenece de verdad, recibiendo presiones que hasta en algunos momentos han resultado demasiado gravosas para muchos de nuestros políticos de diversas formaciones políticas. Es hora de que en las Islas Pitiusas nazca una nueva formación insular que no esté subordinada a ninguna sede central ni de Mallorca, ni de Madrid.

En tercer lugar, la presidenta del gobierno balear, Francina Armengol, manifiesta en últimas declaraciones equivocadamente que el problema de Cataluña es un problema político que hay que solucionar por la vía política, donde se tiene que negociar una salida pactada de Cataluña. Cabe mencionar que el problema de Cataluña es jurídico y que es un atentado contra la Constitución, la democracia y el estado de derecho.

Pero si tanto se preocupa nuestra presidenta balear en apoyar el referéndum de Cataluña para independizarse del estado español, también debería apoyar a la población Pitiusa para que tenga el derecho a decidir si quieren ser Baleares o Pitiusas, ya que Baleares históricamente eran Mallorca y Menorca, no Eivissa y Formentera.

En conclusión, cabe destacar que se negociará en los próximos meses una nueva Constutución que establezca el nuevo estilo de país, donde el poder constituyente es el soberano pueblo español, siendo el momento clave para que los ciudadanos de las Islas Pitiusas den un paso al frente para exigir lo que nos pertenece y poder tener un futuro de vanguardia para nuestras islas d’Eivissa y Formentera, sin estar sometidas al poder mallorquín.