Soy bastante incrédulo con respecto a lo sobrenatural, pero debo admitir que siempre he sentido atracción por el Ocultismo. Durante algún tiempo tuve como afición buscar en las bibliotecas cualquier libro que me revelara la cara oscura del mundo. Con todo este revuelo del Papa me acordé de una de las cuartetas de Nostradamus que, en la Edad Media, identificaron con la ascensión al poder vaticano de un «papa negro»: «Al principio habrán enfermedades mortales como advertencia, luego habrán plagas, morirán muchos animales, habrán catástrofes, cambios climáticos, y finalmente empezarán las guerras e invasiones del rey negro».
Como se puede comprobar, Nostradamus no hacía gala de una gran precisión de lo que -presuntamente- veía en el futuro. Probablemente, por el tiempo en el que vivió, hacía mención a algún monarca musulmán. Sin embargo, si tuviera que señalar a algún «rey negro» en la actualidad capaz de provocar un «apocalipsis» apuntaría, directamente, a la Casa Blanca (¡vaya ironía!), y no por una presumible acción militar de los Estados Unidos en Siria.
Una leyenda del periodismo, Bob Woodward, acusa a la administración de Barack Obama de manipular el tema de los recortes presupuestarios en Estados Unidos (el ‘sequester’) que provocará la pérdida de 750.000 empleos. Woodward señala que en 2011 fue Obama quien, en su ‘guerra’ con el partido republicano, apoyó la idea de estos recortes automáticos que podrían mermar el PIB de Estados Unidos en un 0’6%.
A pesar del gran poder que está acumulando China en los últimos tiempos, de todos es sabida esa frase que asegura que “cuando Estados Unidos estornuda, Europa se resfría”. Nadie es capaz de aventurar cómo afectarán estos recortes a nuestra ya apaleada Unión Europea. Negro es el horizonte que se cierne en la recuperación económica mundial sin un mínimo de responsabilidad política en la toma de decisiones.