Lamento profundamente su muerte, y más en las circunstancias en que nos ha dejado Pere Palau Torres. A pesar de que en algún momento fuimos adversarios políticos, lo cierto es que pienso que Pere era una buena persona y, a mí personalmente, siempre me trató de forma correcta. Persona muy seria, pero abierta, sencilla, cercana, humilde, querida, respetada y muy campechana en su círculo de amigos y familia.
Pere destacó muy pronto a nivel social, estudios, negocios y se inició en política en las primeras elecciones municipales de 1979 con la desaparecida UCD. Fue concejal en Sant Antoni con Vicente Marí Prats, él siempre con su amigo y gran defensor de Pepe Sala. Pere Palau también fue en todo momento gran colaborador y fiel a su entonces presidente del Consell d´Eivissa, Antoni Marí Calbet. Más tarde, con otros compañeros, estuvo con un grupo de liberales que, en Ibiza, llegó a ser importante. Luego, la mayoría de ellos se unieron al Partido Popular. Fue conseller en la isla de Ibiza y, durante 24 años, también diputado autonómico en el Parlament balear. Sin duda, el cargo más importante fue el de presidente del Consell d´Eivissa i Formentera.
Pere, en todo momento, fue un hombre de partido y siempre estuvo dispuesto al cargo que querían que ocupara. También, en algún momento, supo elegantemente hacerse a un lado para evitar disputas internas de partido y aceptar cosas que tal vez no eran del todo de su agrado. Nunca fue un hombre conflictivo. En 2003, recuperó el Consell d´Eivissa para los populares.
Precisamente recuerdo una mala pasada que le hizo el entonces presidente del Partido Popular y también del Govern balear, José Ramón Bauzá, cuando, siendo vicepresidente de la Mesa del Parlament, Pere no fue elegido presidente de la Cámara, cuando el entonces presidente de la Mesa tuvo que dimitir por cuestiones de alguna presunta imputación o algo por el estilo. No tengo conocimiento de que él nunca dijera nada en público, pero lo cierto es que fue un feo hacia su persona, pero también hacia sus compañeros y a toda la isla en general, ya que Ibiza aportaba muchos votos y no se le reconoció en absoluto (a mi entender, aquí faltó crítica de sus compañeros ibicencos hacia la cúpula del PP balear).
No quiero olvidarme de que, junto al inseparable socio y amigo Joan Colomar, durante un tiempo cogieron las riendas del equipo de fútbol de Sa Deportiva.
Vayan desde aquí mis sinceras condolencias a su mujer, Margarita, sus hijos, nietos y demás familia. Yo siempre te recordaré como una buena persona al servicio del pueblo, de la isla y de Baleares. Sin duda, es un día muy triste.
Descansa en paz, Pere.
Pep Ribas Ribas