@D.V: España no es remar en la misma dirección ni tampoco es renunciar al interés propio en beneficio del bien común. Si bajo las bombas alemanas Churchill pedía a sus conciudadanos “sangre, sudor y lágrimas” y los ciudadanos británicos respondieron con un ejemplo de unidad frente al enemigo, solidaridad, entereza, flema y humor ante las tremendas adversidades, por estas latitudes a Churchill le hubieran escupido a la cara.
Aquí nos salen mejor otras cosas como el chalaneo, el tiralevitismo, el vivamidueño, el hacer el egipcio, el quehaydelomio y el maricónelúltimo. España es decir que “hay que trabajar más y cobrar menos” y, por tu cuenta, tener barrotes de oro en casa y billetes de 500 euros en bolsas de basura. España es decir en la junta de accionistas de tu banco, sin pestañear, que “la corrupción es lo peor que le puede pasar a la marca España” y, a continuación, enviar unos sobres cargados de dinerito a los secretarios de Estado, directores generales y ministros del ramo para que te ayuden en una adjudicación de obra pública. España es lamentarte de todos los males del país y, mentalmente, hacer tus cuentas para defraudar, hurtar, sisar, conchabear, ocultar, mangonear, etc.
España, en definitiva, es hacer lo que ha hecho el gerente del polideportivo de Ibi (Alicante), Antonio López, que robó 150.000 euros de la caja del polideportivo y se los ocultaba en la entrepierna. El vídeo ha triunfado en las redes sociales, se puede encontrar en youtube y nosotros lo ofrecemos aquí. Este tipo, que cuando fue investigado judicialmente denunció a la regidora por “acoso” y que proclamó airadamente su inocencia, se comporta como un perfecto español: ante una situación crítica, con unas arcas públicas quebrantadas, agarra los puñados de dinero público y se los mete en los huevos. Olé por él.