@D.P./ Cuántas horas pasé junto a algún amigo, intentando descifrar qué quería decirnos Tom Waits en aquel estribillo que repetía emotivamente en la maravillosa «Tom Traubert’s Blues» (Small Change,1976): «…to go waltzing Matilda, you’ll go waltzing Matilda with meee…» .
No había mucho misterio sobre cual era «core» de la canción: un vagabundo alcohólico y las vicisitudes de la vida en la calle, en algún lugar lejos de su hogar. Hasta ahí íbamos bien, pero con el estribillo quedábamos haciendo suposiciones que desembocaban en la libertad poética total. Pensábamos lo bonito que sonaba «valseando a Matilda», bailando un vals imaginario en el delirio del borracho con una chica llamada Matilda, a quien ha conocido y forma parte de un pasado mejor. Y fin de la historia…
Por esos años, encontré mientras hojeaba una revista sobre Australia (una National Geographic), la foto de un barco que se hacía a la mar por primera vez, en el momento del botellazo de champagne en la proa y en el pie de foto la leyenda en inglés: «…bla bla bla waltzing Matilda» (!). Y ahí volvió a corroerme la curiosidad, ya que el desconcierto fue total, ¿qué tenía que ver un barco en todo esto?…Claro, pensé, el balanceo del mar… el movimiento se asemejaba a la cadencia del vals… permanecí en silencio intentando hallar una respuesta a mi interrogante cada vez mayor. Mi conclusión hacía agua y lo sabía.
Años pasaron para que me cruzara un día con la bendita frase y en esa ocasión empecé a atar cabos que me llevaron a buen puerto.
Primero descubrí que ya existía una canción con ese nombre, una canción popular, «folk«, que está considerada el «himno alternativo australiano«, por ahí cerraba el tema del barco. La canción habla sobre un vagabundo que al detenerse en unos arbustos, ve a una oveja, que mata para comérsela. El dueño del ovino lo descubre, acto seguido llama a la policía y al momento de deneter al pobre hombre, éste se ahoga en la laguna del lugar, provocando que su fantasma pernocte por la zona por siempre. Triste muy, sin duda. Pero, ¿por qué «waltzing Matilda«?.
Ahí comenzó la disección de la frase, primero «waltz«, del alemán «auf der walz«, un concepto medieval que se aplicaba para llamar al viaje iniciático que debían realizar los aprendices de algún oficio, trabajando, para conocer distintas técnicas que enriquecieran su labor. Este viaje duraba unos años, y como detalle destacable era que debían comenzarlo con una cantidad de dinero que al volver debían conservar como señal de que habían trabajado para sobrevivir, ya que de aprendiz no cobraba dinero y vivía de lo que le brindaran los maestros que les acojieran. Al retornar a su pueblo o ciudad, debían realizar un trabajo aplicando todo lo aprendido, una especie de prueba final, para ser aceptados por su gremio como verdaderos maestros artesanos. «Waltzing» ya tenía un significado más claro.
«Matilda«, resultó ser el nombre que se le da al saco o bolsa que llevan los vagabundos con sus magras pertenencias, lo que pueden ponerse al hombro para hacer sus vidas errantes mínimamente más confortables.
Epílogo. «Waltzing Matilda«, la canción más veces grabada en la historia de Australia, y que posee un museo propio, quiere decir: «paseando el saco«. La vida errante. Está clarísimo.