Hace unas semanas pudimos leer en un editorial de la prensa local que el ocio nocturno necesita respuestas y que ya era momento de analizar seriamente las posibilidades de abrir. Más adelante se publicó otra noticia que afirmaba que serían las discotecas con terraza las primeras en hacerlo. Luego se dijo que Salud estudiaba la propuesta de Ocio de Ibiza para la desescalada y, finalmente, el nuevo presidente de la Asociación Balear de Ocio Nocturno (Abone), Miguel Pérez-Marsá, señaló que las discotecas quieren abrir en julio para recuperar la normalidad en agosto.
Ponemos todas estas noticias en la coctelera, la agitamos un poco y ya tenemos un sabroso com binado: la prueba piloto se celebrará el día 25 en una “discoteca” de Ibiza y será en Hard Rock Hotel, en la ínsula Matutaria. Por fin tenemos la fecha del día “D” y la hora “H”, el momento de la conjunción planetaria que hará posible que la rueda del ocio ibicenco vuelva a girar. De todo ello nos informa, por cierto, Ocio de Ibiza, una asociación que en realidad se dedica a discriminar al ocio nocturno que programan las discotecas regulares y legalmente establecidas como sucede en el puerto de Ibiza, Pachá, Heart (Ibiza Gran Hotel) o Lío, así como en las discotecas de Sant Antoni y las del West End, cerradas por decreto, en favor del ocio diurno en hoteles-discoteca cuya existencia tiene tanta legitimidad como licencias de actividad les amparan; es decir, ninguna.
O sea que la cacareada reactivación del ocio nocturno y las discotecas, al final se celebra en un establecimiento de ocio diurno, que no es una discoteca sino un hotel que celebra fiestas en la terraza de la piscina y que, como el cauce del Guadiana, desaparece de noche y sale de día. ¿Qué pasa con los no afiliados a Ocio de Ibiza o con las auténticas discotecas de ocio nocturno? ¿Qué ocurre por ejemplo con Privilege, Pachá o Es Paradís, esta última incluso dotada de un techo retráctil que se descubre al 90%?
Aún así, hemos de dar gracias porque el oráculo del sector y gerente de Ocio de Ibiza se ha dignado a informarnos sobre qué nos deparará el futuro. Ya podemos estar tranquilos, respirar con calma y levitar. Se ha producido la soñada fumata blanca con el conseller de Turismo, Iago Negueruela, que es un gallego afincado en Mallorca que ejerce pésimamente de gallego. Recordemos, por ejemplo, cuando al principio de la fallida temporada pasada dijo, refiriéndose a los jóvenes británicos que llenan nuestros hoteles y establecimientos, aquello de: “no los queremos, que no vengan”.
Luego, pasado ya el calentón, el conseller Negueruela tuvo que andar mendigando y colándose por la puerta de atrás en las reuniones con el cónsul de Inglaterra. Seguro que aquellas declaraciones han sido muy útiles en las negociaciones que el Govern balear ha mantenido con el Gobierno británico, para sacar al archipiélago de la alerta ámbar y que se han traducido en un estrepitoso fracaso, a pesar de todas las empresas que se han arruinado por unas restricciones desmesuradas que únicamente perseguían este fin; abrir y trabajar.
La prueba piloto de las discotecas, decíamos, será en el Hard Rock Hotel, y la patrocinará Ocio de Ibiza. Dos mil personas brindando al cielo y a pleno sol del tardeo, para definir el marco de la desescalada y lo que tenga que venir después. El oráculo también nos ha explicado el motivo de esta prueba piloto a través de una sensible y poética carta abierta a los lectores, titulada “Va por vosotros”. Qué bonito, entrañable y enternecedor.
A la fiesta podrán asistir los trabajadores sanitarios, los policías, los bomberos, la gente de los supermercados, los maestros, el personal que limpia las calles, los empleados de banca, etcétera, porque, según el oráculo, todos les debemos mucho, su humanidad es nuestra esperanza e Ibiza se lo tiene que compensar con una alegría. El oráculo terminaba su epístola dando las gracias a todo el mundo, a los socios de Ocio de Ibiza, al Govern balear por su sensibilidad, al Consell Insular por su apoyo en todo momento, al Ayuntamiento de Sant Josep por congratularse de que la prueba tuviese lugar en su municipio, a la clase política en general por dejar de lado sus rencillas y respaldar esta iniciativa y, cómo no, al propietario del Hard Rock Hotel, nuestro humilde benefactor, por ceder gratuitamente este espacio sin que haya intereses espurios de por medio. Tras la lectura de esta carta, sobre Ibiza cayó una lluvia de purpurina, confeti y bienaventuranzas.
Al final resulta que no estamos ante una prueba piloto para ver cómo reiniciamos el ocio nocturno, sino frente a un acto altruista de beneficencia, que servirá para rendir homenaje a todos los héroes anónimos de la sociedad ibicenca. Que aún haya mal pensados que sospechen que en realidad esta operación forma parte del andamiaje argumental para justificar que, tras la apertura de la primera falsa discoteca, la segunda prueba ya será otro cantar. El Ushuaïa, ya está afinando y preparando su artillería pesada para hacer su entrada triunfal en esta desescalada vertiginosa. Pero mientras tanto, las discotecas que son las auténticas protagonistas del ocio nocturno, seguirán cerradas a cal y canto.
Dejando al margen la ironía, la utilización del esfuerzo y la buena imagen de la gente de Ibiza que ha combatido en primera línea los efectos del Covid-19 no puede ser más mezquina. Además, solo se puede manifestar vergüenza e indignación por el hecho de que el Govern balear, con el silencio cómplice de las administraciones ibicencas, se haya avenido a este paripé que contradice incluso las decisiones judiciales, pues ya el Tribunal Superior de Justicia de Balears sentenció que los hoteles solo pueden organizar espectáculos musicales de ocio para sus propios huéspedes y no para los que vienen de fuera.
La maniobra, tan predecible como descarada, forma parte de la política que tiene Ocio de Ibiza de silenciar a quienes reclaman un mercado turístico y del ocio justos, donde cada uno opere en base a la licencia principal que tiene concedida. Hace unos días recordábamos la figura de Javier Iturrioz, uno de los fundadores del Ku, recientemente fallecido, que se arruinó al verse obligado a cubrir la discoteca cuando al principio de los años 90 la Administración ibicenca obligó a las discotecas a insonorizarse. Era algo que había que hacer porque el ocio tiene que ser compatible con el descanso. Pero lo que no tiene justificación es que después de implantar esta norma, ahora se permita a ciertos hoteles y restaurantes de playa actuar como discotecas al aire libre. Es una injusticia ly una estafa a los empresarios que tuvimos que adaptarnos y afrontar inversiones tan elevadas, ya que la ley obliga siempre aunque para el ocio diurno no lo parece.
Hace unos días, el gerente y oráculo de Ocio de Ibiza, empleado, por cierto, de las empresas Matutes, donde se realiza la prueba piloto, anunció que el modelo de ocio ibicenco se expandiría por Mallorca y ya tenemos el primer síntoma: el desembarco en Abone de una nueva directiva, presidida por el director general del grupo Cursach, asociado con el grupo Matutes en Mallorca, pues gestiona el antiguo hotel Fiesta Trópico, luego Mallorca Rocks y ahora BH Mallorca, símbolo y pionero del ocio diurno en terrazas de hotel reconvertidas en discotecas, como aquí ocurre en Platja d’en Bossa.
El tiempo casi siempre acaba descubriendo lo que hay bajo las alfombras y en esta Ibiza de hoy, donde nos venden como solidaridad aquello que es puro negocio, las espadas nunca habían estado tan en lo alto. Veremos cómo se desarrolla la temporada, pero las expectativas para el ocio nocturno, vista la deslealtad colectiva de Ocio de Ibiza, extensible al Govern Balear y a las administraciones locales, indolentes y silentes, nacen ya con un anunciado conflicto de intereses. Sin embargo, que nadie tenga dudas. Seguiremos luchando para que la industria del turismo, de la que vivimos todos y a todos pertenece, se reparta de forma ecuánime y no siga secuestrada en manos de unos pocos, que hacen y deshacen según les conviene. Hay que devolver al débil los derechos y oportunidades que le ha quitado el fuerte.
Pepe Roselló
que cansino es este señor..
Sería fantástico poder rebatir al cansino con argumentos, pero es que no los hay.
Tenemos a unos políticos que han hecho lo posible por llegar a esta catastrófica situación, y a unos empresarios unidos a ellos cuyo carácter caciquil es rara vez cuestionada.
lo digo porque años despues sigue con su lucha con los beach clubs y «discotecas» en hoteles, mandado cartas y escritos una y otra vez.. se podria jubilar en paz
Cuanta verdad!!!!
En Pepe Roselló l’ha encertat del tot !!!
El tiempo casi siempre acaba descubriendo lo que hay bajo las alfombras…lo dices por lo que has estado robando a la familia Matutes hinchando los gastos de Space para no pagarles lo que les correspondía como propietarios durante años ??
La justicia es lenta… pero llega. Reza.
Toda la razón para Pepe, su lucha es la misma que la de los taxistas contra los piratas, los hoteles contra los alojamientos ilegales, etc. Pues él defiende a las salas de fiestas contra todos los locales que actúan de discotecas. Si cada negocio se dedicase a su actividad, el trabajo se repartiría más justamente para toda isla.
D. José Rosello’ Prats cuidó y cuida de toda la familia,propia y laboral.Y cuidándola descuidó al adversario;hoy este se hizo más fuerte de lo deseable y no usa su poder, abusa de él .
En la isla de la musica, la libertad , la tranquilidad , la blancura , la naturaleza virgen y la autenticidad del isleño balear, se está incumpliendo descaradamente la Ley de turismo del año 2012; y al incumplirla se contamina todas las bondades de les ILLES BALEARS.Eso es una estulticia que pagaremos todos.