Leo con los vellos de punta que la película que el PSOE ibicenco regó generosamente de dinero público y para la que la entonces vicepresidenta del Consell d’Eivissa buscó con ahínco patrocinadores privados, aún no se ha estrenado y nada se sabe del trabajo excepto un trailer de tres minutos.
Ya sabemos de la querencia exagerada que el gobierno insular de PSOE y Podem-Guanyem demostró tener hacia el famoseo foráneo, que hizo de Ibiza su particular corral para beber de las frescas aguas del presupuesto del Consell.
Las incontables fotos del presidente Vicent Torres y de Marta Díaz en cuantos photocalls estuvieran a su alcance, habitualmente acompañando a actores, diseñadores y artistas enamoradísimos de Ibiza, dan fe de su socialismo de Moët & Chandon, ostras y fiestas Adlib en hoteles de Madrid que pagamos todos a escote.
Pero lo que no cabía pensar es que el trabajo cinematográfico que tanto dinero costó al Consell más progresista y por lo que se ve, más derrochador de la historia, no se hizo. O al menos no se hizo íntegramente. O al menos nadie ha visto entero, ni siquiera los actores y actrices del elenco que se nos anunció. O al menos no se ha estrenado aún en salas de cine ni se sabe si alguna vez lo hará.
Por muchísimo menos la Fiscalía ha investigado hasta el color del elástico de los calzoncillos que se pagaron con dinero público en otros casos de menor cuantía que el que ahora se nos presenta con El secreto de Ibosim. Y el actual equipo de gobierno del Consell d’Eivissa de PP y Cs debería ponerlo en conocimiento del Ministerio Fiscal si hay sospechas de que aquello que se patrocinó generosamente a través de Moda Adlib, que era el cortijo particular de Marta Díaz, no se ha hecho realmente. En ese caso estaríamos hablando de una supuesta malversación millonaria, algo que no puede despacharse con una información periodística que se apunta brillantemente Noudiari.es.
Y el actual equipo de gobierno del Consell d’Eivissa de PP y Cs debería ponerlo en conocimiento del Ministerio Fiscal si hay sospechas de que aquello que se patrocinó generosamente a través de Moda Adlib, que era el cortijo particular de Marta Díaz, no se ha hecho realmente
Es preciso desentrañar El secreto de Ibosim. Del mismo modo que había que arrojar luz sobre los gastos que Marta Díaz cargó indebidamente a la tarjeta de crédito (que resultó ser más opaca que una tarjeta Black) de Moda Adlib, ahora hay que desvelar el secreto de una película que movilizó tantos recursos públicos y privados y que ahora no aparece, como haciendo honor al título.
Aunque mucho me temo que sólo habrá que confirmar las sospechas que todos teníamos sobre lo que durante cuatro años hizo el PSOE y Podem-Guanyem: regar con dinero público a amiguetes y familiares. Y parece que esa costumbre no ha cesado, al menos en el Ajuntament d’Eivissa, cuyo tufo a corrupción ya no disimula ni la pinza en la nariz del concejal de Podemos Aitor Morrás, antaño portador de camisetas denunciando todo tipo de irregularidades y ahora convertido en la silente muleta del Partido Socialista de Alfonso Molina de Eivissa, con sus contratos a dedo y todo. Como la película secreta.