«Mujer, madre, administrativa, ama de casa, profesional, abuela…». Las mujeres somos muchas mujeres y, casi nunca, vemos reconocida nuestras aportaciones en la sociedad. Si echamos un vistazo a los manuales de Historia, contemplamos que sólo aparecen reinas y alguna monja, como si el papel del 99,99% de las mujeres no hubieran sido relevantes para construir el mundo en el que vivimos.
Mujeres que han permanecido en la sombra, mujeres que han sido ninguneadas. Mujeres cuyas obras fueron firmadas por sus jefes o maridos -que en muchas ocasiones eran la misma persona-. Mujeres cuyos méritos y aportaciones no fueron reconocidos hasta desdibujarse, como si fueran sombras, como si no hubieran pasado nunca por este mundo.
Cuando se habla del siglo XX casi nunca se pone el acento en que se trató del siglo de las mujeres, cuando el 50% de la Humanidad -que no es poco- reclamó su lugar en el mundo. Ahora, en el siglo XXI, cuando acabamos que conocer que las mujeres en las Baleares cobran un 16% menos y se enfrentan a más precariedad -según datos del Institut Balear de la Dona- las mujeres debemos tener claro que dormirse es hacer un paso atrás.
Terminamos esta carta con un recuerdo especial para las abuelas, auténticos ejemplos, seres humanos excepcionales. Ellas han sido siempre un ejemplo en todo. En momentos en los que se debilita el Estado del Bienestar, se han convertido, además, en el puntal que sostiene familias enteras, asumiendo una responsabilidad enorme. Educadas en la resignación, ellas, sin embargo, han plantado en nuestro interior lo mejor de nosotras. Ellas, y su madres, y las abuelas de las abuelas, esas señoras que aparecen vestidas de oscuro en las fotos antiguas, son las auténticas heroinas de esta historia».
Grup de Dones del PI-Eivissa,
Cristina Ribas, Eva Marqués, Lina Morales y Maria Sala.