Hay problemas que, con los años, lejos de solucionarse, se enquistan y ya forman parte de nuestro ecosistema social. La imposibilidad de acceder a una vivienda digna a un precio asequible al común de la ciudadanía, ya sea para comprar o para alquilar, es una realidad que en Baleares en general y en las Pitiusas en particular, es uno de esos problemas que ya afecta a toda la sociedad, directa o indirectamente.
Por suerte, el conseller de Movilidad y Vivienda del Govern de les Illes Balears y líder de los socialistas ibicencos, Josep Marí Ribas Agustinet, hace ya meses que diagnosticó muy correctamente el problema: la vivienda en Baleares sube por la demanda de extranjeros y foráneos. Ayer, además, matizó que los precios suben por “la escasez de suelo y la alta demanda”. Diagnóstico certero que requiere de un tratamiento adecuado para que la enfermedad remita, pero llevamos años con diagnósticos certeros y sin tratamiento alguno que permita mejorar la situación.
El Govern se muestra claramente partidario de la regulación del precio del alquiler y además, convencido de que la ley de vivienda balear es útil para revertir la calamitosa realidad, pero a la vista está que mucho éxito no está teniendo. Sigue habiendo escasez de suelo y excesiva demanda.
Además, el Ejecutivo Armengol sigue construyendo VPO muy lentamente y en número claramente insuficiente. En Ibiza hay 86 viviendas en construcción en la actualidad, algo que no solucionará en absoluto la enorme escasez y enorme demanda existente.
El efecto inmediato es que los trabajadores de temporada prefieren ir a otros sitios en los que, por el precio que pagan en Ibiza para una habitación, a veces compartida, en otro sitio alquilan un apartamento.
Por no hablar de la cantidad de funcionarios públicos que, a la menor oportunidad, se largan porque vivir aquí es carísimo, empezando por la vivienda. Y porque llevan años reclamando que se les pague la indemnización de residencia igual que a los de Canarias, pero a nuestros gobernantes no les da la gana.
Ahora el Parlament ha pedido al Govern que constituya un grupo de trabajo para analizar las normas que impiden limitar la compra de inmuebles a extranjeros, para lo cual deberán entregar un informe en un año. Casi nada. Ahora resultará que la solución a la escasez de viviendas es impedir que los extranjeros puedan comprarlas, por más que sabemos que los extranjeros no comunitarios mayoritariamente compran unifamiliares y villas de lujo, no pisos de 80-90 metros cuadrados que en Ibiza hace lustros que ni se construyen.
Mientras no se actúe sobre la escasez de suelo y se aumente la construcción de VPO y se facilite la construcción de promoción libre y cooperativas, seguiremos igual de mal. Pero mientras tanto, seguiremos entregando llaves de VPO de cinco en cinco, solucionando el problema a unas pocas familias mientras el conjunto de la sociedad sigue atenazada por un problema que nuestros políticos no son capaces de solventar.
Mira Joan MIquel, las soluciones al problema pueden ser varias: 1. Crecer la isla a base de terraplenar el mar (como en los EA) y así conseguir mas suelo. 2. Expropiar a propietarios con mas de cinco viviendas y destinarlas al alquiler. 3. Decrecer en plaza turísticas, reconvirtiendo hoteles en vivienda y anulando las licencias de turismo vacacional. Aviso: la primera de ellas será útil para las derechas y las dos últimas para bolivarianos, comunistas y chavistas. Todas pueden funcionar, dependiendo del cariz gobernante.