Dice el sociólogo italiano Giovani Sartori en Homo Videns: la sociedad teledirigida que “una imagen no vale más que mil palabras” porque, como es normal, uno necesita que le digan qué está viendo. ¿Sabría usted, por ejemplo, que lo que aparece en el telediario son montañas de Afganistán o de Sierra Nevada sin la información que le facilita el presentador?. Evidentemente es bastante complicado. Por eso, los profesionales del mundo de la comunicación deben ser rigurosos y especialmente cautos a la hora de escribir y tratar temas especialmente delicados.
Sin embargo, vivimos en una sociedad en la que en muchas ocasiones los medios son seducidos por cuestiones ajenas a la objetividad en sí. Hablamos del pensamiento único empresarial que motiva que se prioricen informaciones sobre otras, que se destaquen a ciertas personas y no a otras, que se ensalcen a unos partidos y se condenen al ostracismo a otros. Lo que queda claro es que conviene llevarse bien con ciertos grupos de comunicación porque, de lo contrario, querrán cavar la fosa más profunda escribiendo tu epitafio. Un epitafio sin matizar publicado en necrológicas por tratar temas de su propia sección de clasificados. Y es que como diría el dramaturgo romano Plauto, algunos “en una mano llevan la piedra y, con la otra, te muestran el pan”.
No obstante, siguiendo en la sección de clasificados, hay que entender la dimensión de los problemas sin el sesgo provocado por palabras grandilocuentes en cabeceras alarmistas sin profundizar en el fondo de la cuestión. Más allá del conflicto moral, lo que es incuestionable es que la profesión más antigua del mundo se ejerce de forma alegal y muchas veces bajo condiciones infrahumanas en nuestras islas. Esto es una desgraciada realidad que debe asumir la sociedad ibicenca, pero, también, debe resolver porque las personas mayores de edad que libremente se publicitan en las últimas páginas de los periódicos (y recalco «libremente») ofreciendo sexo necesitan que les reconozcan sus derechos. No hacerlo sería dejarlas desprotegidas en condiciones de esclavitud frente a las mafias y al proxenetismo. A estos últimos queremos combatir con nuestras propuestas.
Tampoco hay que girar la cabeza e ignorar el drama que supone, en muchas familias, el tema de las drogas -tabaco, alcohol, cannabis, entre otras-. Se ha intentado luchar, infructuosamente, contra su tráfico y consumo. Pero mientras otros prefieren no pronunciarse o mantener una postura «moralmente» correcta, nosotros nos mojamos y decimos sí a cambiar la política frente a sustancias como la marihuana. La razón es muy simple: la prohibición ha dado cancha a las organizaciones criminales para hacer su particular negocio. Tenemos un ejemplo muy cinematográfico en lo ocurrido en Estados Unidos durante la Ley Seca (no sólo no se erradicó el consumo de alcohol, sino que, además, fue un caldo de cultivo ideal para gangsters). ¿Qué pasaría si la inversión económica de la Administración para combatirla -jueces, policía, prisiones- se dedicara al control sanitario e información al consumidor?
Por último, estamos de acuerdo con flexibilizar el horario de las discotecas con licencia, insonorizadas, para que puedan desarrollar su actividad, pero no a cualquier precio. Estas licencias serían en áreas determinadas para no perjudicar a los vecinos, fuera del calendario escolar y estarían sometidas a controles, a fuertes exigencias de seguridad y atención sanitaria. La razón por la que nos manifestamos a favor de esta iniciativa, que no afectaría a los municipios de Eivissa, Santa Eulalia y San Juan, es que a día de hoy tenemos exactamente los mismos problemas que cuando se prohibió en 2008, los mismos problemas de salud pública, pero ahora oculto y escondido en villas privadas, sin seguridad, sin sanidad, con molestias a los vecinos y con una tremenda gravedad: hablamos de una actividad que hoy en día no tiene ninguna regulación y se mueve en terreno ilegalmente pantanoso -con todo lo que ello conlleva-.
Quiero finalizar diciendo que a nosotros nos gusta ofrecer soluciones que se ajusten a la realidad, pero también que permitan cambiarla. Y para lograrlo hay que hacer frente a las barreras mentales que evitan una comunicación fluida. Estamos dispuestos a defender de forma dialogada nuestras propuestas y estamos abiertos a nuevas ideas y discrepancias. Estamos aquí para lo que haga falta. Estamos aquí para matizar informaciones teledirigidas y lamentamos la campaña de acoso y derribo que desde determinado grupo de comunicación se está llevando a cabo contra el PREF y mi persona.
Por Nacho Rodrigo
Tú, que dabas licencias de ocupación de vía pública a bares y restaurantess pasándote por el forro los informes negativos de los técnicos municipales…
Tú, que estampas tu coche contra varias vehículos y huyes del lugar…
¿Vas a darnos lecciones de democracia? ¿En serio?
pref=bluf
Alea jacta est….
hace falta tener la cara muy dura pero la historia se escribe dos veces