En mi aventura en busca de la verdad perdida he encontrado muchos tesoros, y el que les voy a exponer hoy es uno de los más valiosos. Si bien éste no he podido comprobarlo aún de primera mano por afortunadamente no necesitarlo, es de los que más tiempo he dedicado a investigar y acumula muchos puntos a su favor, lo que debería ser preocupante, porque de corroborarse se deducirían consecuencias horrorosas: que la seguridad social es más nociva que saludable y que nuestros gobernantes son asesinos despiadados, lo siento, desde que leo ciencia me estoy acostumbrando a llamar a las cosas por su nombre.
El protagonista de la historia es el Dr. Ryke Geer Hamer quién paradójicamente nació en Alemania, país que ostenta el monopolio de la industria farmacéutica.
Lo primero que llama la atención es la tremenda campaña de difamación que se hace en su contra, me pregunto por qué se destina tal cantidad de recursos a algo que de ser falso caerá por su propio peso. Y es que el Dr. Hamer publicó sus investigaciones en 1981 dilapidando por completo la medicina actual. Básicamente dedujo que la medicina moderna se sustenta sobre pilares falsos y lo redujo todo a cinco leyes fundamentales que se han dado en llamar las cinco leyes biológicas o la Nueva medicina.
Aquí cabe apuntar que una ley no es una teoría, una ley es algo absoluto e inmutable que debe cumplirse en el 100% de los casos. Es curioso que tal campaña difamatoria no haya sabido encontrar un sólo caso en el que alguna de estas leyes no se cumpla, aunque aún así consiguieron inhabilitarlo y encerrarlo en prisión durante un año, pero no por encontrar pruebas contra su medicina sino por negarse a prescribir a los enfermos de cáncer las que, según el gobierno alemán, deberían ser las terapias correctas: quimio y radio terapias.
En la actualidad el Dr. Hamer parece haber llegado a algún tipo de acuerdo de discreción porque no aparece públicamente desde hace algún tiempo, pero posee clínicas en Alemania, Bélgica, Italia, Austria y los Países Bajos, y sólo él ha tratado a más de 20 000 pacientes de cáncer en toda Europa con un 90% de éxito, esto último confirmado por el epidemiólogo de la Universidad de Heidelberg Ulrich Abel quién está considerado uno de los mayores expertos en bioestadística a nivel mundial y quién también confirma un 90% de fracaso con consecuencia de muerte en tratamientos de quimioterapia. Pese a que el Dr. Hamer está en la actualidad inhabilitado, sus enseñanzas se están dispersando por todo el mundo a una velocidad vertiginosa. En España, país en el que por cierto el Dr. Hamer fue apresado y encarcelado, existe en la actualidad un centro en Girona que interpreta TAC orientándolo a favor de la Nueva medicina.
Informándome sobre este asunto pasé momentos deliciosos, uno de ellos es el de los TAC (tomografía axial computarizada) que se trata de una imágen obtenida con un escáner de rayos X. El Dr. Hamer concluyó, entre otras cosas, que cualquier enfermedad está relacionada con un problema psicológico y que mediante TAC puede visualizarse el origen de la enfermedad en el cerebro en forma de unos círculos concéntricos que hasta entonces se achacaban a fallas del escáner. La todopoderosa Siemens, fabricante de dichas máquinas que inexplicablemente abogaba a favor de un error técnico, tuvo que tomar cartas en el asunto y en 1989 se vió obligada a certificar que dichos círculos no se trataban de ninguna anomalía y que sin lugar a dudas tenían que proceder de los cerebros. Pero lo mejor de todo sucedió en el gobierno alemán cuándo la pelota se hizo tan gorda que la población solicitó una revisión de la sanidad pública, no pueden perderse las imágenes en las que por primera vez en la historia un ministro de salud, el Sr. Horst Seehofer, afirma en televisión pública y abiertamente el no poder hacer nada por cambiar el sistema porque el lobby de la industria farmacéutica había acumulado más poder que el propio gobierno (palabras textuales), más diplomática fue la canciller Angela Merkel al confesar también en televisión (pueden encontrar los videos en la red) que el país estaba hipotecado con la industria farmacéutica y no le dejaba márgen de maniobra, a continuación lanza toda una perorata a favor de lo que ella llama alta investigación tecnológica para el bien de la humanidad. Es curioso que el principal productor de fármacos sea el menor consumidor de estos productos a nivel mundial.
Y es que las técnicas del Dr. Hamer excluyen directamente los medicamentos sintéticos de los tratamientos abogando por la simbiosis natural entre paciente, virus y bacterias quiénes, según él, son los responsables de llevar a buen término la curación en lugar de ser el motivo de la enfermedad como cree la medicina convencional.
Las cinco leyes biológicas son sencillas, intuitivas, lógicas y permiten el autotratamiento aunque al tener un componente psicológico podría ser necesaria la ayuda de especialistas porque el sentimiento de negación podría blindarnos ante la perspectiva de una introspección sentimental.
Intentaré resumirlas muy brevemente, según el Dr. Hamer cualquier enfermedad viene provocada por un shock traumático, puede entenderse como shock traumático cualquier cosa pues éste dependerá de la sensibilidad del afectado, en cualquier caso suele ser algo muy inesperado y a lo que damos mucha importancia. Este shock deja dos huellas visibles al TAC, una en la parte del cerebro asociada a la parte del cuerpo dónde se desarrollará la enfermedad y la otra en la zona afectada del propio cuerpo, la experiencia también está asociada con la enfermedad en el sentido de que la pérdida de un hijo por parte de un hombre se asocia a un cáncer de testículo o un conflicto de preocupación por el estado de salud de su hijo en una mujer podría desarrollar un cáncer de mama en el seno izquierdo en el caso de que la mujer sea diestra y en el seno derecho en el caso de que sea zurda por poner sólo algunos ejemplos. El organismo pasa entonces a estado de simpaticotonía en el que reina el sistema nervioso simpático y dónde se producen los primeros síntomas: insomnio, inapetencia, arritmias, presión alta, bajo nivel de azúcar en sangre, naúseas… Automáticamente el órgano pasa a asistir a la solución del conflicto con proliferación o degradación celular según se requiera, una vez suavizado o solucionado el conflicto el organismo pasa a estado de vagotonía coordinado por el sistema nervioso parasimpático, los síntomas cambian a fiebres, dolores de cabeza, mareos, flujos mucosos y serosos, etc. Si se consigue llegar al final del proceso las bacterias se encargarán de ayudar al organismo a restablecer o degradar el tejido celular afectado según sea lo necesario. Puede decirse que, una vez solucionado el problema, el organismo se vuelve más resistente a problemas similares.
Las terapias de la Nueva medicina se centran principalmente en localizar el problema de forma muy precisa y proporcionar los recursos adecuados para asistir a la solución avanzándose a los acontecimientos con el único fin de que ninguno de los procesos pueda llegar a alcanzar un nivel de peligrosidad que ponga en riesgo cualquier parte del sistema.
A pesar de su inocuidad estas leyes ponen en entredicho algunas creencias de la medicina establecida lo que parece molestar a mucha gente, algunas de sus consecuencias son que las vacunas son peligrosas o que el cáncer y el SIDA son un bulo, cosas que por otra parte afiman muchos más científicos, tal vez lo trate en otra ocasión.
Me despido con una cita de Voltaire: «Los médicos son hombres que prescriben medicinas de las que saben poco, para curar enfermedades de las que saben menos, en seres humanos de los que no saben nada».
Salut!