Mientras nosotros dormimos en los escasos laureles que nos van quedando, Cairn Energy no para de mover piezas, energías y supongo que maletines para sacar adelante su proyecto de horadar el subsuelo marino mediterráneo para encontrar ese oro negro que hasta ahora nos llegaba de lugares tan lejanos que ni nos preocuaba si salía de Irak o de Chechenia. Teníamos el combustible y el medio ambienta asegurados. Aquí paz y gloria.
Si prosperan las acciones que esa multinacional petrolera está llevando a cabo, que prosperarán, vamos a ver la costa de nuestro entorno absolutamente destruida y allí donde había embarcaciones de recreo y de lujo vamos a ver horrendas y sucias plataformas petrolíferas más grandes que esos despampanantes cruceros que tanto nos gusta ver atracados en los puertos pitiusos. Los cruceros y los yates traen riqueza. El petróleo traerá la miseria, la devastación ambiental y la desaparición de la única industria que hasta ahora nos ha dado de comer.
Si decapitamos la palabra petrolera de sus dos primeras letras nos queda el vocablo trolera, y la gran trola de Cairn Energy es que sus actividades traerán prosperidad porque ninguna de las gotas de oro líquido que se extraerán del fondo del mar, allí donde vive Bob Esponja, será para nosotros. Tampoco ninguno de los petrodólares que se conseguirán de esos trabajos irá a parar a nuestros bolsillos. Para nosotros serán las piedras (petro) y para los gerifaltes de Cairn Energy quedarán los dólares limpios de chapapote.
Va a ser dinero que esos capitostes cabezotas sincabez ni corazón ni orejas se gastarán en alguno de los pocos paraísos que van quedando en el mundo conocido. Si alguien estaba pensando en Eivissa y Formentera como las nuevas Kuwait que vaya recordando que en ese lugar los jeques navegan en yates de ensueño con diez cañones por banda al mismo tiempo que sus paisanos de a pie no tienen ni para un burro con el que ir a por agua. Porque no tienen ni agua. O sea, que les da igual no tener burro. Viento en proa a ninguna vela.
Mientras tanto, nosotros a ultimar los detalles de la ya en marcha temporada turística, que se anuncia como muy buena ¿será la última en vista de lo que se avecina? Han dejado de preocuparnos los cien pajarracos volando y fijamos nuestra ateción exclusivamente en el que tenemos en la mano sin pensar que éste puede unirse también a los otros cien buitres que sobrevuelan el territorio insular a la espera de los primeros caídos en combate antipetrolífero.
Un ejército de por lo menos dieciocho mil soldados que salieron a la calle para manifestar su disconformidad con ese disparatado proyecto a la vez que algunos de sus responsables políticos se permiten la irresponsabilidad y la estupidez de votar a favor de las prospecciones en los foros en que corresponde hacerlo en contra. Esos sí que duermen en los laureles, ya bastante marchitos ante una opinión pública cada vez más decepcionada y escocida frente a unos gobernantes que precisan con urgencia na visita a las fábricas de Sonotone o Whiser XL para aprender a distinguir el canto de los pájaros del graznido de los cuervos petroleros y troleros . ¿Verdad, señor Soria?, ¿Verdad, señor Fajarnés?
Si por uno de esos azares, ese maquiavelico y abyecto plan de extraer petroleo, o cuan siquiera sondear el fondo marino, llega a producirse, habrá llegado el momento de pasar a una acción que vaya más allá que las simples palabras y manifestaciones cívicas ciudadanas. Y estoy pensando en una flotilla de barcos en rumbo hacia la plataforma, con ciudadanos dispuestos a todo. A todo.
Si por uno de esos azares, ese maquiavelico y abyecto plan de extraer petroleo, o cuan siquiera sondear el fondo marino, llega a producirse, habrá llegado el momento de pasar a una acción que vaya más allá que las simples palabras y manifestaciones cívicas ciudadanas. Y estoy pensando en una flotilla de barcos en rumbo hacia la plataforma, con ciudadanos dispuestos a todo. A todo.
Totalmente de acuerdo, Alderaan!
Totalmente de acuerdo, Alderaan!