El transporte público en Ibiza es históricamente una calamidad que soportan en especial aquellos que más complicada tienen su movilidad por carecer de medios para adquirir un vehículo propio. Y esto no es algo nuevo, sino un mal endémico que los ibicencos y quienes nos visitan, soportan desde hace lustros.
La última vez que tomé un autobús en Ibiza, desde el aeropuerto hasta Vila, creí estar en el estado indio de Rajastán, aunque, a decir verdad, recuerdo que allí el transporte público era mucho mejor solo que iba atestado de viajeros. Aquí no y a nadie le puede extrañar.
Por eso creo que los ibicencos pueden estar contentos de que el Plan Insular de Transportes contemple cuatro líneas de transporte urbano en Vila. Desde que Dipesa Group abandonase el servicio desde Botafoc a la estación marítima de Formentera por deficitario –aunque lo cobrasen a precio de oro–, los viajeros no tienen otra alternativa que tomar un taxi o ir a pie hasta el centro de la ciudad. Si les parece que una capital mundial del turismo como es Ibiza se puede permitir esto, pues que baje Dios y lo vea.
Porque mucho ir a Fitur y a la ITB de Berlín y a todos los saraos habidos y por haber, pero las alternativas al vehículo privado en Ibiza hasta la fecha, son muy pocas. Bien estará que tal desastre se corrija de una vez por todas.
Ahora bien, no saquen pecho los socialistas denunciando que las paradas de los autobuses están hechas unos zorros, como los vehículos aún en servicio, porque al menos no se incendian como cuando ellos comandaban el Consell d’Eivissa. Se dirá que es una cuestión de suerte, pero realmente es que no se han renovado las concesiones de servicio público cuando debió hacerse. Y eso es algo imputable primero a los socialistas y luego al actual equipo de gobierno insular de PP y Cs.
Suerte que se empieza a ver la luz al final del túnel y que, si no hay más retrasos, las nuevas líneas se licitarán este año. Javier Torres podrá anotarse otro éxito que aplaudirán todos los usuarios del transporte público, menos el PSOE. Aitor Morrás, de Unidas Podemos, también aplaudirá.