@LauraFArambarri/ Las vallas de las discotecas en Ibiza forman parte del paisaje de las cunetas de las carreteras de la isla como en la Península el toro de Osborne y los neones de los puticlubs.
Como me he pasado casi dos años fuera de Ibiza, las vallas me están sirviendo para ponerme al día sobre qué hay de nuevo en el sector. Porque, salvo por Pete Tong y Sven Väth, que son incombustibles, siempre llegan caras nuevas a las cunetas, como sucedía cuando gobernaba el inhumado.
La conclusión que uno saca de las caras que ilustran los anuncios de vallas es que no se puede ser dj si eres feo. Es más, a los sospechosos de fealdad manifiesta los tunean y bien que se nota. Puede ser con unas enormes gafas de sol que les tapen media cara o con una barba de tres días y un moñete alto, que también suelen ayudar en la tarea de parecer que estás bueno cuando no lo estás.
Hasta David Guetta —que no necesitó tener la jeta guapa para triunfar— se ha hecho la cara nueva, por no hablar del estilismo y de los músculos con los que revienta camisetas. Nada que ver con el chaval tirillas, greñudo y narigudo que empezó en el negocio. En la valla publicitaria del F*** me I’m famous de este año, aparece con un palillo entre los dientes. No he sabido cómo interpretar ese detalle.
El postureo llega a todos los rincones, también a la mesa de mezclas, pero nos queda el consuelo de saber que hay grandes profesionales que están por encima de tanta tontería
A las mujeres dj’s no las disimulan porque, directamente, tienen que ser guapas o no salen en las vallas. Veo en los carteles a las djs Nina Kraviz, a Karol G o a Chelina Manuhutu, que bien podrían desfilar en Victoria’s Secret. Este año no encuentro a las Nervo (Miriam y Olivia) que son dos gemelas rubias como para sacarlas en los anuncios de United Colors of Benetton. Me entero de que no han estado en Ibiza porque acaban de ser madres las dos. Solo cuando ‘se hayan recuperado’ de la ‘enfermedad’ del embarazo que ‘deforma’ sus cuerpos volverán a pinchar, seguro.
El postureo llega a todos los rincones, también a la mesa de mezclas, pero nos queda el consuelo de saber que hay grandes profesionales que están por encima de tanta tontería. Ahí tenemos al Dream Team del Children of the 80’: Toni Peret, Quique Tejada y Josep Maria Castells. No necesitan entrar en los estereotipos del dj de pendrive para hacer vibrar a miles de personas cada vez que se suben al escenario. La belleza, también la de los djs, está en el interior de los corazones y de las cabezas.