En este país no hay forma de dejar un debate atrás y avanzar. En nuestra sociedad, las discusiones sobre los mismos asuntos se eternizan y acabamos bailando una ‘yenka’ permanente que nos impide encarar nuevos dilemas, encallado como estamos en los viejos conflictos que siempre regresan al debate público.
Que, a estas alturas del siglo XXI, en España aún estemos debatiendo sobre el aborto, demuestra que la clase política está absolutamente fuera de la realidad. Deberían ir a un instituto cualquiera y preguntar a los chavales qué opinan al respecto. Verán que no hay debate alguno, porque el asunto está más que superado. Y en Ibiza y Formentera, no te quiero ni contar.
Pero aquí estamos nosotros, polemizando sobre la última ocurrencia de un patán como Juan García-Gallardo, un niñato ultraderechista de Castilla la Vieja, que lamentablemente y para desgracia del PP –que habrá de lamentar hasta que el presidente Alfonso Fernández Mañueco, convoque elecciones anticipadas–, actualmente es vicepresidente de la Junta de Castilla y León.
Ser una autoridad pública, sea la que sea, no presupone absolutamente nada, menos aún tener talento o inteligencia. Los hay auténticos analfabetos funcionales; y si a una escasa preparación intelectual le sumas un consistente fanatismo ideológico, entonces se obtiene la combinación perfecta para el desastre.
Él mismo reconoció en rueda de prensa, preguntado sobre su protocolo fantasma para ofrecer a las mujeres embarazadas que quieran abortar la posibilidad de oír el latido del feto y hacerse una ecografía 4D, que “no sé mucho de embarazos”. Siendo así, ¿por qué se mete en un berenjenal absurdo, que nos recuerda de dónde viene Vox y cuáles son los temas que le preocupan y por los que pretenden llevar a esta sociedad moderna a los años 50 del siglo pasado?
Nadie tiene derecho a imponer a otros sus convicciones religiosas y morales, que son de cada cual. Mucho menos cuando la Ley del Aborto, ni la vigente ni la que está por aprobar de forma inmediata, contempla las medidas que anunció el líder de Vox en Castilla y León.
Sus postulados ultraderechistas y ultracatólicos, netamente racistas, contrarios al aborto, la diversidad sexual y al reconocimiento de derechos a las minorías, están absolutamente fuera de nuestra realidad social. Pretenden traer a España las políticas ultras de Rusia, Hungría y Polonia, algo que choca de plano con la Unión Europea, sólo pueden contentar a la secta El Yunque, a HazteOír y a determinado sector ultraconservador de la Conferencia Episcopal Española.
Si persisten en sus postulados, como estamos comprobando estos días, lo mejor que puede hacer el PP es alejarse de ellos como de la peste bubónica, aunque eso signifique renunciar a gobernar en determinadas instituciones. No todo vale para alcanzar o mantener el poder. Lo hemos comprobado con Pedro Sánchez y Alberto Núñez-Feijóo debería aprender la lección.
Joan Miquel Perpinyà
(disculpe errores porque español no es mi lengua nativa)
«Pretenden traer a España las políticas ultras de Rusia, Hungría y Polonia»
Me morí de risa leyendo esto xD parece que el autor no sé que Rusia tiene un de los leyes de aborto más ultraliberales de Europa, hasta más que España y otros países del Occidente. En contra de Polonia y Hungría que son unos de los pocos países europeos con los leyes de verdad moderados. Si el autor quiere usar otros países como ejemplos, debería al principio leer un poco sobre ellos. Saludos 🙂
Los rusos fueron los primeros en legalizar el aborto, por el 1920.
Nunca tuvieron políticas conservadoras al respecto.
Por cierto, se habla que la «amada Ucrania» ampliará su negocio en torno a los seres humanos..
1) gestación subrogada..
2) abortos hasta 24 semanas..
Y la guinda del pastel;
3) El régimen de Zelensky aprobó recientemente una ley, que establece la donación de órganos cómo legal y sin consentimiento.. Información de REN TV.
Kamil, hablabas algo de ultraliberal?
«…», mentre que en gran part estic molt d’acord amb es teus comentaris, la font que has citat per aquesta informació és d’un canal de televisó estatal rus on la presidenta és membre del partit de Russia Unida i qui ha votat a favor de polítiques homófobes durant la seva carrera política. És clar que Ucraïna no és tan neta com tothom ho vol pintar, però la Russia actual és una dictadura neoliberal que només serveix els interessos de oligarques, i la propaganda que sorgeix d’enllà preten millorar l’imatge a nivell internacional
1. El artículo no trata sobre la guerra en Ucrania ni Ucrania en general, así que no sé a qué te refieres, ni por qué quieres comparar Ucrania con Rusia.
2. Sí, Rusia tiene una ley de aborto ultraliberal, eso es lo que quise decir. Por eso, sería mejor si el autor comparara primero las leyes de Rusia con las de Polonia + Hungría antes de escribir esto.
3. Por lo que puedo ver, la tasa de fertilidad de España es 1.29, una de las peores en Europa. ¿Quién trabajará para las futuras pensiones si España mantiene la ley actual?