@Miguel Vidal / En un juego colectivo como es el fútbol no me gusta individualizar las culpas, a no ser que el fallo individual sea tan decisivo en el balance final que la anécdota pase a ser categoría. Es lo ocurrido en el “derby de las figuras”, porque nunca antes un Real Madrid-Barcelona había tenido tantas figuras a nivel mundial frente a frente, con el penalti infantil cometido por el nieto del ex vicepresidente azulgrana Amador Bernabéu. O sea, por Gerard Piqué. Digo infantil por llamarlo de algún modo, porque la jugada del veterano central no tiene nombre, pero sí consecuencias. Todas ellas puntualmente desastrosas para el Barça.
La primera, y más determinante, que sacó a Piqué y a sus compañeros del partido. Hasta entonces el Barça dominaba con comodidad, hacía su juego, había logrado un gran gol por mediación de Neymar y todo apuntaba a que conseguiría mas renta. El Madrid, por su parte, a remolque, temeroso, era un equipo ansioso y desequilibrado. Incluso la pizarra de Luís Enrique, dejando a Jordi Alba en el banquillo y devolviendo los galones a Xavi Hernández, parecía acertada.
Pero todo resultó ser un espejismo, roto por Piqué. 754 minutos después (34 de partido) Claudio Bravo encajó su primer gol en Liga como portero del Barça (el récord de imbatibilidad azulgrana lo sigue teniendo Miguel Reina con 824 minutos) y el tinglado se le vino abajo al conjunto catalán. Se descentraron todos, gravísimo también el fallo de marcaje de Piqué en el segundo gol del Madrid al rematar Pepe un saque de esquina, y ya el Madrid jugó a placer. Incluso gustándose y provocando los constantes olés del público por su dominio y suficiencia. Isco hizo de Messi, Cristiano Ronaldo de Neymar y Luís Suárez juntos, Benzema remachó el partido y si no hubo más goles fue porque al Madrid le faltó precisión en los últimos metros. Sólo Mascherano sostenía la desarbolada defensa azulgrana, en la que Alves dejaba un pasillo como la autopista del Mediterráneo y Piqué estaba desaparecido en combate.
El derby de las figuras lo perdió Pique, y punto. Un fallo lo tiene cualquiera y ese penalti será un borrón en su carrera, pero nada más. El Barça con ello ha perdido una batalla, ha dado oxígeno a su gran rival, pero sigue comandando la clasificación general. La guerra continúa…hasta el próximo “derby de las figuras”.
El Madrid, con penalty o sin penalty, habría ganado de todos modos. Está imparable.
Si señor, hasta el penalty el Barça fue mejor. Eso no se discute.