@Miguel Vidal / Desde su irrupción en la escena internacional el 28 de agosto de 1920 en el Estadio La Butte de Bruselas frente a Dinamarca, en el marco de los Juegos Olímpicos de Amberes, a anoche en Paris, la selección absoluta de fútbol de España ha disputado a fecha de hoy 639 partidos internacionales. Cogida ésta trayectoria en su globalidad, ha habido más penas que alegrías. Incluso decepciones inmensas como cuando teniendo una delantera mejor imposible, compuesta por Miguel, Kubala, Di Stéfano, Suárez y Gento, Suiza nos apeó del Mundial 1958, que es tanto como decir que con Pedro, Cristiano Ronaldo, Messi, Luis Suárez y Villa no se hubieran clasificado –es un ejemplo- para el Mundial de Brasil.
Sí, la selección absoluta de España en sus noventa y cuatro años de existencia ha vivido muchas encrucijadas y una sola etapa, “la Era de los Jugones”, realmente extraordinaria. La que va del 29 de junio de 2008 al 23 de junio de 2014. Es decir, desde el día mismo en que España conquistó en el viejo Prater de Viena la primera de sus tres coronas consecutivas, algo que no ha conseguido ningún otro país, al día en que se cortó abruptamente su sueño al tener que regresar prematuramente a casa del Mundial de Brasil. Su triunfo por 3-0 ante Australia ni siquiera maquilló el desencanto. Había que empezar de nuevo a construir un edificio que el vendaval dejó sin techo. O con techo de cristal, como bien dijo Vicente del Bosque.
Anoche en Paris comenzó la tarea de sustituir a los protagonistas de la mejor generación de futbolistas de la historia, algunos de ellos retirados de la selección por propia voluntad, casos de Xavi Hernández, Xabi Alonso y David Villa, otros por decisión técnica, como Fernando Torres, o porque han colgado las botas caso de Carles Puyol. Ellos dotaron de sentido el juego de la selección, colocándola en la cima del mundo. Volver a este punto de partida va a ser difícil.
En Paris, frente a la potente Francia, Vicente del Bosque quiso que visualizáramos que el relevo generacional puede dar buenos resultados. Los que irrumpen en la escena –De Gea, Carvajal, San José, Iturraspe, Koke, Raúl García, Azpilicueta, Isco y Alcácer, más algunos otros como Thiago Alcántara—vienen de conquistar también las más altas cotas con las selecciones inferiores. O sea que Vicente del Bosque maneja un buen material al que, como quedó claro anoche, falta ensamblar con veteranos ilustres como Sergio Ramos, Silva, Cazorla, Cesc Fábregas o Pedro para lograr el éxito.
En Paris faltó gol, pero en el fútbol moderno esto no depende sólo de los delanteros específicos, que también, sino del juego de conjunto. Y ésta es la encrucijada en que se encuentra “la Roja” ahora mismo. Ahí es donde tiene que trabajar Del Bosque, que sigue confiando como estilete en un Diego Costa que en la selección sigue negado cara al gol. La asignatura pendiente, como en los estertores de la “Era de los Jugones”, sigue siendo el gol.