En pocos días se termina el mes de octubre y parece un momento adecuado para hacer balance de la temporada turística vivida en las Pitiusas. A decir de los principales operadores turísticos, ha sido mejor de lo esperado inicialmente, pues la temporada arrancó con enorme incertidumbre y sin garantías de poder desarrollarse sin sobresaltos, por mor de la pandemia de covid-19 que afecta a todo el mundo y de la que ningún país se libra.
Dadas las circunstancias, pocos pueden quejarse si exceptuamos al sector del ocio nocturno, fundamentalmente las macrodiscotecas, un sector importantísimo en la oferta turística ibicenca, que por segundo año consecutivo no ha podido desarrollar su actividad debido a las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias, excepto unas anecdóticas sesiones para residentes.
Hotelería, restauración, taxis, comercio, rent a car, etc. han trabajado muy bien y en Formentera, como si no hubiera pandemia. La facturación ha sido buena, según afirman las organizaciones empresariales, por lo que las expectativas para el año próximo son optimistas.
Sin embargo y pese a que no ha habido un volumen de visitantes ni remotamente cercano a los niveles acostumbrados en los años anteriores a 2020, se perciben problemas que convendría corregir y ante los cuales tanto el Consell d’Eivissa como los ayuntamientos de la isla llevan años luchando, este año parece que con más eficacia: el intrusismo profesional en el sector del transporte y las fiestas ilegales, tanto en villas como en locales.
Hay que felicitarse por el hecho de que tanto las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional y Guardia Civil) como las distintos cuerpos de Policía Local, junto a otros servicios de inspección de la Administración, se hayan empleado con intensidad y contundencia para frenar la proliferación de reuniones clandestinas en lugares no autorizados y sin respetar las medidas sanitarias para impedir la transmisión del coronavirus.
Desde este punto de vista hay que reconocer el acierto del Consell d’Eivissa en la incorporación de investigadores privados, algo que yo mismo critiqué en su día y que ahora debo alabar, reconociendo mi error. Sin embargo, en mi opinión sería mejor que ese refuerzo proviniese del sector público y no del sector privado, pero ese es otro tema y dada la escasez en las plantillas policiales, hay que reconocer que la innovadora medida no ha dado mal resultado.
Cada día hemos tenido conocimiento de los distintos controles llevados a cabo por los agentes de la autoridad, así como su resultado en el número de denuncias tramitadas, un ejercicio de transparencia que cabe aplaudir.
¿Cuántos vehículos se debe poder autorizar a entrar en Ibiza?»
Pero también ha habido problemas que se suponía que iban a pasar desapercibidos sin la afluencia acostumbrada de turistas. Me estoy refiriendo a la saturación en las carreteras de Ibiza. El Consell d’Eivissa ha lanzado la propuesta de copiar el modelo implementado hace dos años en Formentera, aunque no lo ha fundamentado en datos rigurosos y contrastables. ¿Dónde hay que establecer el límite? ¿Cuántos vehículos se debe poder autorizar a entrar el Ibiza? Ahí radica la principal incógnita que debe despejar Vicent Marí y su equipo para disipar las dudas que una medida tan radical y restrictiva lleva implícita.
Por lo demás, es preciso que todas las fuerzas políticas de la Pitiusa mayor hagan piña para reclamar la inversión que permita acometer la ampliación del Palau de Congressos de Ibiza, radicado en Santa Eulària, para dar respuesta al sector del turismo MICE. Y también para que se avance según lo previsto en la construcción de la Escuela de Hosteleria en sa Coma, entre otros proyectos fundamentales para el futuro económico de Ibiza.
Las cosas han ido bien en el 2021. Mejor de lo esperado. Pero hay que ser ambiciosos y seguir luchando para modernizarse y no perder ninguna oportunidad para mejorar. Y eso no es cuestión de los partidos que ahora gobiernan en el Consell d’Eivissa (PP y Cs), sino que es un reto que atañe a todas las fuerzas políticas y a toda la sociedad ibicenca y a la pitiusa en su conjunto.