El otro día estuve viendo Veneciafrenia la última película del director Álex de la Iglesia, un bodrio infumable que no fui capaz de terminar de ver. Al principio de la película se ve a un grupo de españoles de vacaciones en un crucero, que llegan a Venecia. A la salida de la terminal de cruceros les espera un nutrido grupo de residentes con pancartas manifestándose hostilmente contra los cruceristas, con cierta violencia física y verbal contra ellos, incluso con insultos, agarrones y empujones.
Hay organizaciones ecologistas que vienen realizando un trabajo encomiable de concienciación de la sociedad sobre los problemas medioambientales asociados al cambio climático, pero hay otras que se pasan de frenada y entrando de lleno en el histrionismo más irracional, adoptan una postura radical para advertirnos del apocalipsis climático que se avecina y que nosotros mismos hemos causado.
Emulando a los cabreadísimos habitantes de Venecia que protestan contra la llegada de cruceros y cruceristas, unos cuantos activistas (tres según podemos ver en las fotos que han difundido) de Extinction Rebellion Ibiza se plantaron en Botafoch para protestar contra tan indeseables visitantes. Esta organización que no se sabe a cuánta gente representa, afirma que “en Ibiza se continúa promoviendo un estilo de vida derrochador y consumista”. No es cierto, es enteramente en el mundo desarrollado, no sólo en Ibiza.
“Ejemplo de esto lo vemos en nuestro puerto casi a diario. Este verano recibimos 23 visitas de cruceros, además de los ‘megayates’, cada uno contaminando y destruyendo ecosistemas. En nuestro cielo vemos a diario las estelas de múltiples aviones privados. El estilo de vida que representan y que tanto admiramos y promocionamos en Ibiza es el de los ‘megarricos’, ese 10% de la población que literalmente está destruyendo el planeta”, dicen los apocalípticos manifestantes.
La solución ante este drama ecológico es dar una bienvenida hostil a los cruceristas que hacen escala en Ibiza, según parece. Pudieron haber ido al aeropuerto del Codolar o a Marina Botafoch, junto a los atraques de grandes esloras, pero seguramente no hubiesen podido ni acercarse, de modo que se han ido a increpar con sus pancartas a los cruceristas.
El motivo de las protestas es siempre lo más importante, pero el modo en que se hacen también es muy relevante y a menudo es lo que determina que una organización tenga éxito y consiga apoyo y adhesión, o no lo tenga y sólo sean tres los congregados. Reflexionen sobre ello.
La Cavilación: algo menos que Trump, pero casi. Resulta paradójico que un profesional de la informacion vierta sus opiniones personales sin criterios contrastados y que infinidad de cientificos de relevancia contrastada han puesto de manifiesto. En este sentido, recomiendo al cavilador, el seguimento de Antonio Turiel cientifico del CESIC, que ha manifestado en repetidas ocasiones el paradigma del decrecimiento, exponiendo que ello conlleva un cambio drástico en el comportamiento social. Y que sea todo el mundo desarrollado que va directo al harakiri social y mediambiental, y no solo en Ibiza, es lo de consuelo de muchos remedio de tontos.
Y si son tres las protestantes, no por ello dejan de tener menos razón que si son tres mil.
Curioso.
Si un periodista no puede dar su opinión, en un artículo de la sección opinión, donde debería hacerlo?
Opinión con la que coincido, por cierto.
Aunque mas allá del innegable cambio climático que vivimos y viviremos a nivel global, la contaminación de esos cruceros en esta isla es una risa comparado con los destrozos y letrinas de las flotas de charters, barcos privados ( si es que algún barco privado no se alquila), las hordas de coches que nos invaden, los vertidos de las depuradoras y redes de alcantarillado obsoletas, las perdidas de agua potable en redes también obsoletas, la destrucción absoluta del paisaje ibizenco a base de villas y mas villas ( en ibiza ya no hay casas) , la dependencia energética de una central térmica, los cientos o miles de toneladas de cemento que se gastan al año en un territorio tan limitado como es esta isla, las colillas que el 90% de los fumadores que fuma en la playa entierra en la arena, el combustible de avión que consumen todos esos jets privados etc etc….
Diría que en la lista de problemas ecológicos de Ibiza los cruceros deben estar en el puesto 175 mas o menos.