No resulta verosímil creer que el espíritu de la Navidad iluminará a nuestros responsables políticos en la espinosa situación del Cetis. Ni los momificados Raphael y Montserrat Caballé con sus almibarados e inquietantes cantos loteros, conseguirán imponer la paz y la razón en ese inestable pulso institucional en el que están en juego el presente y el futuro del transporte público en Eivissa. Alguien tuvo que darse cuenta en el momento oportuno de que esta estación de autobuses nacía con mal pie, o con mala rueda por mejor decir. Desde el instante en que se puso tinta sobre el papel de pensar su creación ya se veía que con estas siglas no se podía llegar a un puerto seguro y firme. Más que a un servicio público al gusto de todos, las siglas sugieren un contenido como Centro de Encabronamiento Total Interinstitucional Salvaintereses (particulares).
La última imagen que se ha tomado de los dos púgiles de este match juntos muestra a Vicent Serra y a Pilar Marí, espalda contra espalda, como humillados de hinojos ante la imagen de boticario dieciochesco de José Ramón Bauzá, que en lugar del farmacéutico que es vino a Eivissa -¡qué colonia más dócil!- ataviado con unos vaqueros talla John Wayne, el más carcamal y facineroso del firmamento cinematográfico, para presidir uno de sus encuentros locales con los de su ahora desliada cuerda.
No consta que al encuentro asistiese representante alguno del sector educativo pitiuso, pero sí estaban con cara de «ahí te quiero ver» el presidente del Consell, la apisonadora del Cestis,y Pilar Marí, su eventual y algo titubeante defensora. Menos mal que vino el presidente Bauzá a poner las cosas en su sitio. La culpa de todo ese lío que nadie parece capaz desliar la tiene la izquierda, que engendró, gestó y parió el invento durante su tiempo estelar y eventual en las instituciones. Ya se sabe que los políticos de todos los signos son fijos discontinuos en las instituciones que presiden durante cuatro u ocho años.
Lo saben todos menos los que gobiernan, que se consideran imbuidos de méritos divinos para desempeñar su labor, entre cuyas tareas destaca la capacidad de encabronar al personal con sus decisiones arbitrarias y absurdas. Siempre habrá una izquierda para echarle la culpa de los errores propios y ajenos. Es para lo único que sirve la oposición, como bien sabe Bauzá, especialista en guardar los escombros bajo la alfombra.
Y a todo eso, ¿ha pensado alguien qué se va a hacer ahora con la estación de autobuses? Tal vez una sucursal ibicenca del Museo del Prado, o más rentable, una macrodiscoteca con David Gueta Superstar o una estación de esquí aprovechando las escaleras mecánicas del centro, que permiten muchos saltos. Al vacío.
Son unos sin verguensa que no les interesa nada solo a sus sobres pero tranquilo que van a sufrir despues de esta movida porque la jente no es tan tonta como piensan ellos
Son unos sin verguensa que no les interesa nada solo a sus sobres pero tranquilo que van a sufrir despues de esta movida porque la jente no es tan tonta como piensan ellos
PINYA, COMO CUASI SEMPRE, MOLT BE…I JA SABS QUE HI HA MOLTA GENT, PERO POQUES PERSONES
PINYA, COMO CUASI SEMPRE, MOLT BE…I JA SABS QUE HI HA MOLTA GENT, PERO POQUES PERSONES