Ayer el Pleno del Congreso ha dado un gran paso hacia atrás para derogar la prisión permanente revisable, al haber rechazado las enmiendas del Partido Popular y de Ciudadanos, que procuraban en algunos casos muy graves, ampliar la aplicación de esta, y endurecer el Código Penal en los casos de reincidencia. Esto ha ocurrido en medio de un debate tenso, agitado, y el algunos casos, fuera de si, como el caso del parlamentario del PSOE, Juan Carlos Campo. El padre de Diana Quer, declaro que Campo no solo insultó a las familias de las víctimas sino también a los tres millones de personas que sin adscripción política han firmado hasta ahora la petición de mantenimiento de la prisión permanente revisable. Afortunadamente dentro del PSOE (como en casi todos los partidos políticos), hay personas como Blanca Estrella, que, tras declararse socialista de corazón, ha dicho que ha sentido «vergüenza» del diputado. «Ha insultado a las víctimas al decir que el PP nos manipula; no es mi representante y no lo perdono», ha enfatizado.
El PSOE, con tal de llevar la contraria al PP y Ciudadanos, se ha puesto de acuerdo con partidos tan diferentes como Unidos Podemos, ERC, PNV, PDECat y EH Bildu. Hay que ver que uniones mas extrañas, y despreciables hace la política.
Los votos en contra de PSOE, Podemos, PNV, ERC y la mayoría del Grupo Mixto han derribado todas las iniciativas parlamentarias del PP y Ciudadanos, quienes llegaron a solicitar a los socialistas, que al menos, esperaran a la decisión del TC, al respecto, por lo que continúa la tramitación de la proposición de Ley impulsada por el PNV.
Se nos habla, y habla acerca de la reinserción del preso, esta bien, nada que decir, pero la realidad es la que es, y es que en muchos casos, una vez que son puestos en libertad vuelven a las andadas. Guste o no, tristemente estos personajes tienen una tasa de reincidencia muy alta y no se les puede aplicar medidas de control como la libertad vigilada. ¿Qué hacer con estos peligrosos delincuentes? Está claro, muy claro, en estos casos, prisión permanente revisable.
El psicólogo forense y ex defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Javier Urra, decia en una entrevista: «Es muy importante que este tipo de delincuentes, que suelen ser reincidentes, se sometan a cursos de rehabilitación en prisión, y, si no los hacen o no superan los objetivos de los mismo, no pueden salir a la calle».
A las víctimas solo les ha quedado el derecho ha expresar su enfado e inquietud por el «lamentable y barriobajero» debate que se ha producido este jueves en el Congreso de los Diputados, que han presenciado en persona desde la tribuna de invitados. Desde estas lineas, todo mi apoyo y cariño hacia estas familias rotas por el dolor, que se han sentido abandonadas por una casta de politicos que como ha quedado demostrado, no han sabido estar a la altura de las circunstancias. Y digo casta política, porque creo que es una frase que define muy bien a una serie de personajes y grupos, que se alían por intereses muy claros, permanecer en el poder y el beneficio económico. Esta idea esta calando profundamente entre una buen numero de españoles, la de que algunos políticos actúan de una manera egoísta, ajenos a los intereses generales y pendientes sólo de sus propios asuntos. Pero cuando se trata de coger el toro por los cuernos, ¡ah amigo! Eso es otro cantar.
Por José Luis Torres Ramón.
Estoy de acuerdo con el articulista, y además, apunto lo siguiente:
El concepto de la justicia en España, parece centrarse más, en la recuperación para la sociedad, del delincuente, que en la adecuada reparación a las víctimas de los mismos. Los políticos, pero también bastantes jueces, esgrimen, que la prisión permanente revisable, no conseguiría menguar el número de delitos cometidos. Es este un argumento verdaderamente curioso, pues, por el mismo razonamiento, no se debería ni siquiera castigar con prisión al delincuente, ya que la cárcel en sí, no tiene incidencia alguna en el número de delitos cometidos. Parece pues, dejarse de lado, el objetivo primario de la justicia, que no puede ser otro, que el resarcimiento adecuado a las víctimas, alcanzando ese estado, toda la sociedad. Entiendo, que la justicia, tiene como objetivo fundamental, ordenar y encauzar adecuadamente, el instinto primario de venganza. Si eso no se consigue, se corre el riesgo de crear las condiciones para que las personas no crean que van ha obtener una adecuada justicia, y obren por su cuenta, con lo que el resultado sería muchísimo peor. Los políticos en España, parecen haber olvidado este concepto tan básico. El castigo, debe de estar de acorde con el delito cometido, y hay delitos, que, por su abyecta naturaleza, si se le dejase al pueblo actuar, acabarían con la vida del delincuente. Sin embargo, la vida, es un derecho inalienable, que no debe de ser arrebatada bajo ninguna circunstancia en nombre del Estado. Eso no es justo. Pero sí lo es que estas personas pasen un periodo suficiente de sus mezquinas vidas, sin pisar las calles. Y en la actualidad, por horrible que sea el crimen, es siete u ocho años, lo que equivale a un tercio de la condena, estas personas, pueden volver a pasearse, ni que sea por un rato, por ellas, siendo pues, libres. No me cabe duda, de que eso tampoco es justo. Por ello me parece totalmente adecuada la prisión permanente revisable, tal y como está establecida, y comparto mi frustración, como ciudadano, al ver a una clase política, que no está a la altura de las circunstancias.