En esta entrada me gustaría poder hacer algunos comentarios sobre aspectos que me parecen relevantes, fundamentales y que casi denominaría como leyes de la vida, y con las que no siempre estamos sintonizados o nos podemos sintonizar fácilmente, incluso a menudo estamos directamente en colisión o enfrentados con ellas.
-No podemos acelerar las circunstancias de la vida, ni las buenas, ni las malas, aunque pensemos que «sabemos» como hacerlo: el pensar y el vivir no son del mismo orden, por lo que debemos vivir cosas, aunque a veces sintamos que nos gustaría evitarlas. El «a priori» no funciona para la vida; pensar que ya sabemos las cosas no nos exime de vivirlas y atravesarlas con sus aspectos fáciles o dolorosos.
-Un momento (bueno o doloroso) tiene diferentes lecturas, desde el lugar del tiempo y de la experiencia en que se observa: una experiencia que nos pareció terrible cuando la vivimos puede ir desgranando con el tiempo un potencial de cambio positivo importante. A menudo leídos posteriormente nos damos cuenta que esos momentos de tanto sufrimiento en realidad no solo fueron de sufrimiento, aunque eso haya captado toda nuestra atención.
-Existe una impotencia para controlar que sucederá en nuestra vida y cuales serán los acontecimientos, eso no quiere decir que no tengamos margen de maniobra ni seamos libres para poder elegir y movilizar aspectos importantes.
-A menudo la intensidad emocional de un instante, capta toda la atención, le damos toda la importancia y oculta el sentido de la trayectoria que venimos realizando, es por ello que es importante, aunque a veces sea difícil, poder dar a los instantes su lugar adecuado, aunque los sintamos como muy intensos, para que con el tiempo puedan cobrar un significado más realista y
verdadero.
-Muy habitualmente, cosas que serán esenciales para nuestra vida y nuestro desarrollo, aparecen de manera casual, lateralmente en nuestra cotidianidad o «de refilón», sin que estuvieran planificadas o pensábamos que pudieran aparecer. Solo cabe preguntarnos como ha aparecido en nuestra vida nuestro trabajo, nuestra pareja y otros aspectos que para nada estaban planificados.
-En la vida hay un lugar muy destacado para lo que no «acaba de cuadrar», lo sorprendente, lo que parece imposible, pero finalmente ocurre, tanto en el sentido positivo como, a veces, en el del sufrimiento. El ser humano posee la capacidad para ir dando sentido y ubicando en la propia trayectoria biográfica lo que nos va sucediendo.
Estas «leyes» que he mencionado configuran de alguna manera un hecho irrenunciable: la vida tiene su propia inercia, no totalmente conocida por nosotros, y es importante poder diferenciar, en aras a evitar un sufrimiento constante, que la vida no será nunca a medida de lo que a nosotros nos gustaría, sino que tiene su propio funcionamiento, con el que es importante que nos podamos sintonizar.
Joan Escandell Salvador es psicólogo de la Clínica Iniciativas Médicas de Ibiza y Formentera.