De mi experiencia y mi formación como psicólogo ha ido emergiendo una realidad muy importante para el devenir de los bebés y los niños muy pequeños, incluso antes de que nazcan y hasta previamente a la concepción.
El ser humano tiene la peculiaridad, dentro del reino animal, de nacer con una dependencia enorme de sus cuidadores para poder vivir, y para poderse desarrollarse piscológica y socialmente.
Estudios sobre hospitalismo de hace unas décadas, muestran que un bebé atendido en sus necesidades físicas, pero no en sus necesidades afectivas -un bebé solo-, está condenado a la psicosis, e incluso a la propia muerte física, aunque físicamente esté bien alimentado, descansado y con la temperatura adecuada.
Ello nos muestra la vital importancia de los cuidados afectivos del bebé por parte de sus cuidadores, y de la necesidad de una relación de apego casi fusional durante un tiempo con su cuidador (normalmente suele ser con la madre, pero otro puede desenpeñar esta función).
Es en este espacio intersubjetivo e intangible donde se construyen los rudimentos de lo que será en el futuro la personalidad del bebé. Si no existe este tejido relacional en absoluto, el bebé está condenado a la locura, a la psicosis: no podrá nacer psicológicamente.
Rastreando más allá de estos primeros tiempos, encontramos que incluso antes de la concepción, es muy importante como los padres conciben que será tener un hijo, ser padres… por que estos serán los materiales previos sobre los que luego realmente se construirá psicológicamente la personalidad del bebé.
Normalmente los padres toman estos materiales de contrucción afectiva de lo que han vivido ellos como hijos, de su propia experiencia vital, y suelen trasladar al futuro bebé los problemas y disfunciones que ellos han vivido -siempre existe algún conflicto- aunque por lo general los padres son suficientemente buenos y capaces para garantizar un desarrollo adecuado del bebé.
Es muy importante que una vez constatado el embarazo, ambos padres puedan empezar el trabajo mental de ponerse en sitaución de ser padres, de pensar a ese bebé que todavía no ha nacido, en como será, que les gustaría…
Será importante que cuando el bebé nazca encuentre a unos papás que ya han construído la idea de un bebé en su mente, de lo que significa ser padres, que ya se han previnculado con el. Si las cosas van bien ese será el lecho psicológico sobre el que el bebé podrá sostenerse y los padres irán acomodando sus ideas previas al bebé real que ha nacido, con lo que la rueda del desarrollo físico, psicológico y social del bebé se desplazará de manera armónica.
Muchas gracias y hasta la próxima.
Saludos a tod@s y nos vemos en el Blog
(http://psicoeivissa.blogspot.com.es/),
Joan Escandell Salvador