Me gustaría hablar hoy acerca de la cuestión de la idealización, y como a menudo tras de esta se esconde una dificultad importante para poder vivir y acceder a necesidades y a motivaciones más internas y genuinas de uno mismo, que nos hacen más rígidos y nos dificultan poder contactar de una manera más directa con la vida y con nosotros mismos.
A menudo las personas nos forjamos una serie de estructuras, corazas, maneras de pensar, que si bien puede parecer que nos guían, iluminan y nos protegen, en esencia no son más que caparazones que nos impiden estar en contacto con lo más auténtico de nosotros mismos y nos hacen más rígidos para experimentar tanto lo que hay en nuestro interior como para poder vivir la vida de una manera más acorde con nuestra propia esencia.
Me refiero a aquellos ideales personales, profesionales, sociales, éticos… que a menudo nos atrapan y sin que nos demos cuenta se establecen casi como una parte de nuestra personalidad, nos hacen más rígidos y nos dificultan el poder vivir.
Cuando el ideal hace de pantalla e impide que se expresen aspectos nuestros importantes, pero quizás dolorosos, aparecen entonces estos aspectos que se niegan en forma de malestares, ansiedades, tristezas, dolores y molestias varias.
Me refiero a aquellos ideales personales, profesionales, sociales, éticos… que a menudo nos atrapan y sin que nos demos cuenta se establecen casi como una parte de nuestra personalidad, nos hacen más rígidos y nos dificultan el poder vivir
Cuando el ideal tapa y obtura cosas propias de la persona es entonces cuando ese ideal se está usando de una manera en la que se daña a uno mismo de diferentes maneras:
-Reprimiendo cosas propias que uno no quiere reconocer y que quedan debajo de la pantalla de ese ideal, lo cual siempre generará que se expresen por otra vía produciendo dolor.
-Condenándonos a la eterna frustración de perseguir algo que no es posible, que no existe.
-Bloqueando que podamos aprovechar nuestras posibilidades de hacer y vivir con nuestras verdaderas, genuinas y propias virtudes y carencias.
Es por ello por lo que es importante poder realizar un proceso de quitar armaduras, capas y corazas, que siempre es doloroso, y más en tanto en cuanto estas armaduras y corazas a menudo están insertadas de una manera muy intrincada e intensa con otros aspectos más genuinos de nosotros mismos.
Sin embargo, aunque lento y doloroso este es un trabajo muy necesario para poder vivir de otra manera, en cuanto sentimos que algo ideal, y por lo tanto inexistente nos está bloqueando e impidiendo vivir y ser nosotros mismos.
Saludos a todos y hasta la próxima
(http://psicoeivissa.blogspot.com.es/)
Joan Escandell Salvador
Perdona Joan, pero creo que el titular no se corresponde con el contenido que desarrollas. Tú te refieres a la IDEALIZACIÓN; lo que se corresponde con una determinada forma de pensar, que es enfermiza, y como tal, hace daño al individuo. Sin embargo el titular del artículo, escapa del ámbito de la psicología, para entrar en el de la filosofía.
En el contexto filosófico, la búsqueda del ideal, el idealismo y los idealistas, son valores y conceptos que pueden ser muy positivos, y altamente beneficiosos tanto para el individuo que los asume, como para la sociedad en general, que a la postre termina siendo igualmente beneficiada de los logros de estos individuos. Por tanto, “el ideal no es en absoluto enemigo de lo posible”, sino un concepto loable.
En mi opinión por tanto, el titular de tu artículo debería de haber sido: LA IDEALIZACIÓN ES ENEMIGO DE LO POSIBLE.
En mi opinion si es correcta la titulación del artículo, en tanto que el concepto de ideal usado se corresponde con el concepto psicológico desarrollado, en todo caso se corresponde a una lectura basada en desde la filosofía (desde esos conocimientos) la realizada por el anterior comentario, y por tanto obviando las conceptos y visión que desde la psicología existe sobre el tema
Alderaan y Pedro G:
Agradezco la alta calidad de vuestras aportaciones y lo bien fundamentado de la crítica a este breve artículo.
Efectivamente, hubiese sido más correcto LA IDEALIZACIÓN ES ENEMIGO/A DE LO POSIBLE.
También es cierto que quizás sacrifico cierta precisión en aras de facilitar la comprensión, con un lenguaje los más exento que puedo de tecnicismos, (se considera la idealización como un mecanismo psíquico de defensa normal, que llevado al extremo es muy patológico e impide ver «los grises de la vida» entre los que todos nos movemos) he sustituido idealización por ideal. Es muy cierto también que el contexto de este artículo y su finalidad, no son un trabajo académico o una investigación, por lo que trato de adecuar al destinatario una pretendida intención divulgativa.
Dado el basto abanico epistemológico que abren vuestros comentarios (relaciones entre psicología y filosofía…)
debo añadir que a veces es difícil, desde la posición básica de la que yo parto, un uso unívoco del lenguaje.
Mi visión del ser humano no es cartesiana, sino aquella que sostiene que la consciencia no agota en absoluto la vida psíquica del sujeto, dado que el sujeto está más allá de la consciencia.
En todo caso me es grata una lectura tan reflexiva como le vuestra que me ha movido a tener que pensar a mi también.
Cordiales saludos.
El autor.