En aguas del Estany des Peix de Formentera se erradica la actividad comercial, mediante un plan de regulación que ha traído decepción entre sus usuarios.
Entendiendo lo necesario que es mantener la naturaleza y su medio ambiente, pero también es muy importante entender la presencia de la población que vive en su entorno que, como es lógico, usa los recursos locales para trabajar.
Por lo tanto, el Estado debería darse cuenta que una regulación que prohíbe las actividades (privadas y laborales) en el Estany des Peix, termina haciendo desaparecer patrimonio, empresas y puestos de trabajo.
En mi opinión, los recursos naturales están para ser usados y trabajados con responsabilidad.
¡Claro que se puede navegar y trabajar sin lesionar el medio ambiente! Son especialmente sus usuarios y las empresas y sus trabajadores quienes están más interesados en preservar el entorno de uso y de trabajo –como cualquier vecino-, ya que de ello depende su permanencia y el pan de cada día.
Por lo tanto, debería recurrirse a la lógica para que ambas realidades sigan presentes en el Estany.
A modo de ejemplo, en aguas del parque natural de la bahía Fornells -Menorca-, aplicaron una regulación estatal ordenando las actividades existentes, pero sin prohibir las actividades que allí ya había, dando cabida a :
1.- particulares de todo el año (club deportivo)
2.- particulares de solo el verano (pantalanes de quita y pon, instalados durante los veranos) 3.- empresas de chárter en pantalanes
4.- transeúntes náuticos con boyas ecológicas (y servicio de shuttle)
“Si no se hace el esfuerzo gubernamental para asegurar el libre comercio en nuestras aguas, tendremos mucha naturaleza para admirar, pero cada vez con menos población”.
Por Pedro Galli