@Susana Prosper/ La ciencia busca explicación a todo y eso hace que, a veces, nos parezca una especie de amigo corta rollos. Recuerdo que hace años, vi una luz muy brillante en el cielo. Era muy redonda, grande, y se movía más lento que un avión. Me quedé entusiasmada mirándola. Estaba convencida de que era un ovni. Qué nervios. Pero no, aquello resultó ser un globo sonda. Al principio me quedé chafadísima. Luego le di la vuelta a mi decepción, pensando en lo poco habitual que es ver un globo sonda volando tranquilo a su aire. Así que lo imaginé midiendo la presión atmosférica, la humedad, la temperatura y me pareció algo emocionante.
A mediados de octubre, en China, ha pasado algo espectacular. Tan espectacular, que cuando vi la foto creí que era un fake, un montaje fotográfico, y estuve a punto de no leer la noticia. Resulta que en el cielo, entre las nubes, apareció, de pronto, una ciudad flotante. Una ciudad con edificios altos y rascacielos. Puedo imaginar a la gente en la calle alucinando con lo que estaban viendo. Por supuesto todo el que pudo lo fotografió. Era increíble.
El caso es que cuando estamos ante algo increíble, algo con lo que poder dar alas a nuestra imaginación, siempre llega la ciencia y nos quita de cuajo toda la ilusión que le habíamos echado al asunto
Algunos decían que podría ser un universo paralelo, que de pronto se había dejado ver. Otros comentaban que esto formaba parte del “Proyecto Rayo Azul,” del que no voy a comentar nada porque ese tema da para un libro entero. Pero entonces llegó la ciencia, la corta rollos, y tiró todas esas teorías abajo. Lo que se había visto en China era un efecto Fata Morgana. Esto decepcionó un montón.
El fenómeno Fata Morgana es un efecto óptico. Un espejismo. Los espejismos se producen por una inversión de temperatura. Hay espejismos inferiores y espejismos superiores. Los inferiores son los más habituales. Todos hemos visto en verano, un día de muchísimo calor, a lo lejos, en el asfalto de la carretera, la imagen de un charco enorme e incluso a veces un lago. Eso es un espejismo inferior en toda regla.
Los espejismos superiores, Fata Morgana, no son tan habituales, pero se dan más a menudo de lo que creemos. Suelen ocurrir por la mañana, después de una noche muy fría. La separación entre el aire frío y el aire caliente, produce, para entendernos, una especie de espejo en el cielo. Esto hace que se reflejen imágenes de cosas que pueden estar bien lejos. Son más frecuentes en el mar, donde de pronto, en el horizonte, se divisa un barco que parece ir flotando en el aire. Ese barco, seguramente está a muchas millas. Se ha dado el caso en la península, de ver la isla de Mallorca perfectamente silueteada sobre el horizonte, producto de este reflejo. Pero donde están, desde siempre, más acostumbrados a verlos es en el Ártico y en el estrecho de Messina (Italia).
El nombre de Fata Morgana (Hada Morgana) viene de Morgan Le Fay, la hermanastra hechicera del Rey Arturo. Fueron los italianos quienes bautizaron este fenómeno en su honor. Sabían de ella por las historias que los normandos les contaban. Según la leyenda, aquella mujer extraña atraía a los marineros a un palacio escondido en el fondo del mar, desde donde se podían ver monumentales castillos flotantes.
El caso es que cuando estamos ante algo increíble, algo con lo que poder dar alas a nuestra imaginación, siempre llega la ciencia y nos quita de cuajo toda la ilusión que le habíamos echado al asunto. No es un ovni, es un globo sonda. No es un universo paralelo, es un efecto óptico… Dándole la vuelta al tema, así como hice la tarde que vi aquella luz brillante, me pregunto ¿Por qué nos sentimos tan chafados ante las explicaciones de la ciencia? ¿No es suficientemente mágico el efecto Fata Morgana? ¿No es increíblemente maravilloso que el choque de dos temperaturas opuestas, se convierta en un espejo en el cielo que nos muestre lo que, por lejanía, nuestros ojos no alcanzarían a ver? ¿Cómo es posible que nos parezca poca cosa toda esa magia natural?
Buscamos la magia en invenciones, en suposiciones, cuando la magia está en todo lo que nos rodea. Una tormenta, una alineación de planetas, un eclipse de luna, una Fata Morgana… ¿Cómo puede ser que toda esta maravilla nos sepa a poco? Quizás es que estamos rodeados de tantísima magia que no somos capaces de asimilarla. De ahí que muchas veces prefiramos inventar nuestro propio cuento.
Está claro que algo inventado por nosotros, por muy descabellado que sea, siempre nos será más fácil de entender que la mágica realidad.
Susana no dejas de sorprenderme, eres un cielo guapa
Me encanta que siempre leas lo que escribo. Muchas gracias!
bueno en mí ciudad de Corrientes Capital Argentina todos los días lidio no solo yo sino también otros de mí pueblo con la fata Morgana esa ello es alargado y delgada para se asemeja mucho al género humano pero es un espejismo fata Morgana ya van más de trece años que lo descubrí otra vez después de a ver estudiado sobre los espejismos que conviven con nosotros de Stanley y dr grotoski el riesgo de impacto es de 5 por ciento a 80 80 por ciento de impacto sobre la superficie humana dado la estática es lo que deduje se quiero saber si realmente puede producir algo de daño
A mí siempre me fascina la naturaleza, la viva y esa otra, con sus fenómenos. Me apasiona esa “magia” de la que hablas. Los aborígenes norteamericanos, lo llamaban “el gran espíritu”; esa gente, era muy mística: solía ocurrirles que iban a hacer algo cotidiano como salir a cazar, o bien bañarse al amanecer etc. Y de repente les llamaba la atención algo… una inusual brisa, un sonido, y entonces se paraban a contemplar “el todo”, fijándose en todos y cada uno de los olores, colores y formas que conformaban la armonía del conjunto, empapándose de la magia del instante. “El gran espíritu”. Se sentían entonces en comunión íntima con todo aquello, sintiendo que formaban parte de algo sublime y especial. En este sentido, a mí siempre me ha gustado “hacer el indio”.
Por cierto, yo sí he visto un OVNI. Fue hace muchos años, en la playa de Talamanca. Era en invierno, de madrugada, y estaba yo mirando los coches que serpenteaban hacia lo alto de una colina que está por Cap Martinet. No sé cómo se llama, pero de noche se ven subir los coches por sus luces. Llevaba yo un buen rato mirándolos, cuando de repente, uno de ellos, llegó al final y en lugar de desaparecer por el otro lado, como era lo normal, emprendió el vuelo y se alejó en dirección Este. Me quedé con la boca abierta. Había estado siguiendo al objeto, viendo cómo serpenteaba con sus luces blancas colina arriba, como todos los demás coches, y de pronto, echó a volar y se alejó. Flipante. Sigo a día de hoy sin encontrar explicación a lo que vi. Pero como era un Objeto Volante No Identificado, puedo decir que he visto un OVNI.
¡Qué suerte! A mí me encantaría ver uno 🙂
que suerte no es bastante difícil esy bastante agresivo aquí se hace el abogado y siempre casi siempre está tomando vino es agresivo porque además de formarse así como dice que se forma se une con las pequeñas avispas y abejas también con las luces de las plazas de mí cuidad veces es agotador como se hace para esquivar le en un impacto frontal?