El Diverespai ha llegado este año a su edición decimoctava, ofreciendo, como todos los años, un servicio útil y necesario a las familias, en unas fechas señaladas y entrañables.
El Diverespai representa una enorme ilusión para los niños, que, año tras año, pasan horas y horas en sus diferentes y a menudo novedosas actividades y atracciones. Dicha actividad se ha transformado ya en una centralidad lúdica del fin de año en Eivissa y Formentera. Como es lógico, ha tenido que superar inimaginables avatares y dificultades que no han impedido su continuidad.
Dicho esto, me parece importante destacar lo que no se ve: esta es una actividad que requiere de un ingente trabajo de meses de planificación antes de su realización, y en el momento de llevarla a cabo, el esfuerzo, dedicación y compromiso de los monitores y responsables, es máximo, en aras a facilitar que la totalidad de los asistentes y familias tengan una experiencia satisfactoria.
Como lógicamente se podrá comprender por la magnitud del evento, el esfuerzo es absolutamente agotador (los monitores sabemos de las afonías, el esfuerzo físico, los momentos de no dar abasto…), pero el saldo es siempre positivo, en tanto en cuanto se recibe la gratitud de familias y asistentes por el enorme trabajo realizado.
Quería agradecer a Juan Antonio Cuesta -y a todo su equipo de s’Espurna- que durante tantos años ha capitaneado y ha permitido seguir a flote al Diverespai, que ya se ha transformado en una de las señas de identidad del ocio infanto-juvenil de Eivissa y Formentera durante las fiestas.
Felicidades a toda la comunidad del Diverespai 2016, y a sus familias y usuarios.
Joan Escandell Salvador,
Monitor del Diverespai 2016.
cuando abris