Años antes de que le pasaran por la guillotina durante la revolución francesa, Malesherbes, ministro y consejero de Luis XVI, dejó la siguiente reflexión: “Cuando los abusos son acogidos por la sumisión, no tarda en convertirlos en leyes la potencia usurpadora”. La pronunció en el siglo XVIII, pero tiene aplicación directa en el presente y muy especialmente en nuestra maltratada y sumisa Ibiza, donde el poderoso hace y deshace leyes acumulando imperios y pasando por encima de los demás, sin que nadie le pare los pies.
Como ejemplo de este talante abusivo, una noticia que adelantó la prensa nacional la semana pasada: El Hotel Hard Rock, perteneciente a la familia Matutes, propietaria de Palladium Hotel Group, colgó en el tablón de anuncios una oferta para sus empleados: aquellos que les traigan un amigo o familiar a trabajar a la empresa serán recompensados con una propina de 200 euros. Sus vergonzosas estratagemas ya son motivo de escándalo hasta en los medios de todo el país.
Estamos acostumbrado a las artimañas y trucos legislativos del susodicho, que le han llevado a la posición dominante y prácticamente monopolística que ejerce hoy en día. Sin embargo, su juego sucio supera todas las barreras del mal gusto. El todopoderoso y sus adláteres saben de sobra que su oferta no persigue traer a empleados de la hostelería de fuera de nuestro mercado turístico. A Ibiza ya nadie quiere venir a trabajar por la carestía de la vivienda. Simple y llanamente, pretende robar plantillas a empresas ibicencas menos poderosas y solventes que la suya, a cambio de un aguinaldo al subalterno que perpetra el robo. Por fea que nos parezca la jugada, no debe sorprendernos, pues ya hemos visto que ha tenido en la empresa a auténticos expertos en sustraer y desarmar a la competencia.
Como ejemplo, podemos mencionar a Yann Piessenem, socio y autor de la marca Ushuaia, para la captación de los artistas líderes de las carteleras de las discotecas ibicencas nocturnas, con precios inasumibles y horarios diurnos impracticables para el resto. En el programa de la Sexta TV “La isla del dinero”, emitido el 29 de marzo de 2013, aparece esta persona acompañando a las cámaras en un paseo vertiginoso entre la multitud, dirigiéndose a las cuevas de “Alí Babá” donde se guardan los tesoros más preciados, botellas que superan los 10.000 ó 20.000 € por unidad, destinadas a un público que la ley no considera como turismo de excesos.
La ley ”Montoro”, asimismo, hizo una mención específica en la que establecía como norma general que los hoteles, aunque fueran de lujo, mantendrían el IVA reducido del 10%, mientras que las salas de fiestas y discotecas excepcionalmente liquidarían el IVA al 21% sobre las entradas y las bebidas, sin distinción de horarios. Esta ley estuvo vigente hasta el año 2016. El ocio nocturno, representado por el colectivo ABONE, fue dañado y gravemente perjudicado por este intrusismo desregulado. Dicha situación alumbró una nueva y efectiva iniciativa empresarial, diseñada cuidadosamente por el Sr. Matutes, llamada “Ocio de Ibiza”, que es actualmente quien gestiona y decide sobre la confluencia del ocio diurno con el nocturno, sin franjas horarias que los regulen.
Recuerdo aquel programa de la TEF en plena pandemia, al que invitaron al Sr. Matutes a analizar la actualidad y las inquietantes perspectivas turísticas de cara a esa primera temporada de los tiempos del covid. Allí, ante todos los ibicencos que en ese momento miraban el televisor, presumió de unas encuestas internas que revelaban que los trabajadores de la compañía Palladium eran los más satisfechos de Ibiza. Si tan contentos tiene a sus trabajadores, nos tenemos que preguntar por qué no han vuelto al redil, qué razones los han empujado a renunciar a un puesto de trabajo tan excelente, magnífico y exclusivo, un edén profesional. Hay que estar muy desesperado para dedicarse a incentivar a los trabajadores que aún conserva para que le ayuden a quitarle la plantilla a otros.
En Ibiza hay muchas empresas que no consiguen completar sus equipos en estos momentos, pero también existen otras que ofrecen unas condiciones salariales y profesionales más dignas. Son aquellas que consiguen conservar a los mismos trabajadores desde hace años. Todos encontramos ejemplos en nuestro círculo social y, como confirma lo sucedido, el Hotel Hard Rock y demás negocios del Sr. Matutes no figuran entre ellos.
Eso, a pesar de que su empresa cuenta con una ventaja añadida que los otros no tienen. Me refiero al músculo económico que representa regentar un hotel y una discoteca al mismo precio, con capacidad para miles de personas al aire libre, que pagan una entrada elevada (100 € el opening de este año en Ushuaïa), dejando un margen colosal. Con esta capacidad financiara, consecuencia directa de una ley adulterada, qué empresa mediana puede competir con las ofertas salariales y los incentivos internos que maneja el conglomerado empresarial del personaje.
El robo de plantillas a gogó es una de las últimas estrategias que despliega este grupo empresarial, que ya no se conforma con dinamitar el sector del ocio pitiuso. Ahora, además, se ha propuesto arramplar con las plantillas de media Ibiza. Y como esta crisis de personal persista en el tiempo, que persistirá, estoy convencido de que aún asistiremos a peores infamias. En todo caso, con el Sr. Matutes llueve sobre mojado porque es capaz de destrozar todo mercado y equilibrio para salirse con la suya. No importa a quien se lleve por delante.
El Ushuaïa irrumpió en la temporada de 2011, un año antes de que se aprobara la famosa Ley Turística de 2012. Ésta autorizó las actividades complementarias y ha acabado generando el galimatías jurídico que sostiene la vergüenza de Platja d’en Bossa o lo que acontece a diario en Cala Bassa, por poner otro ejemplo.
En ese 2011, en que el Ushuaïa comenzó a ejercer como discoteca de una forma absolutamente clandestina e ilegal, pues no disponía de licencia ni autorización, la alcaldesa accidental Paquita Ribas ordenó su cierre bajo estos mismos argumentos. Sin embargo, el alcalde titular, Agustinet, que había desaparecido unos días del mapa, regresó corriendo y desautorizó a su subordinada, permitiendo que el abuso y la situación de competencia desleal se perpetuaran, afectando a todo el sector. Ahí tenemos un magnífico ejemplo de “sumisión a la potencia usurpadora”, como decía Malesherbes.
Obviamente, ante el ejemplo, muchos siguieron la misma estrategia y ahora tenemos Ibiza hasta los topes de un ocio diurno sin licencia que se ha merendado a la noche, con el apoyo del colectivo Ocio de Ibiza, que ejerce como ariete frente a la timorata clase política. Lo hemos visto de nuevo con Unidas Podemos, que ha querido eliminar en el Parlament, a través de la nueva ley turística que se tramita, las actividades complementarias que permiten la actividad de hoteles discoteca y beach club sin licencia de sala de fiestas. Los socialistas, afines a Ocio de Ibiza hasta una familiaridad que produce sonrojo, les han parado los pies en un abrir y cerrar de ojos y ni siquiera han rechistado. Y el PP, en la línea de siempre: no hacer nada.
Un año antes del desembarco de Ushuaïa, teníamos contratada en Space a una joven promesa sueca, Tim Bergling, que actuaba como disc jockey bajo el nombre artístico de Avicii, tristemente fallecido en 2018. Le pagábamos las sesiones a 1.500 € y ahí están los contratos que aún conservamos para demostrarlo. En cuanto abrieron las puertas, los enviados de Ushuaïa nos lo quitaron ofreciéndole una cifra de cinco ceros. No solo ocurrió en Space. Ahí están Swedish House Mafia, Luciano, David Guetta, Calvin Harris, Sven Vath, Loco Dice y tantos otros. Con Ushuaïa, el Sr. Matutes no solo se cargó el ocio nocturno, sino que además rompió el mercado de los dj’s y muchas fiestas dejaron de ser viables. Una discoteca cerrada con 2.000 ó 3.000 clientes no puede competir en cachés de dj’s con otra al aire libre donde meten a 8.000 ó 10.000 personas cada jornada.
Aunque la prensa nacional ha revelado la subasta de trabajadores del Hard Rock como algo insólito, no es más que otro trazo en el lienzo de destrucción, avaricia y vanidad que el personaje va dibujando a lo largo de su vida. Como Atila.
Pepe Roselló
Da vergüenza ajena leerte , y pena. Quién te ha visto y quién te ve…Pepito.
retirate con tu dinerito en black
En mi empresa nos animan a traer trabajadores, pero no nos pagarán nada.
Pepe, eres muy valiente. Esta empresa de los Matutes nunca para de hacer fechorías, a varias trabajadores amigas mías de oficinas en Grupo Matutes les ofrecieron una baja voluntaria pagándoles dinero para no reincorporarlas después de los Erte porque no las querían y ahí siguen con sus ilegalidades varias. Hice una entrevista hace poco y menos mal que rechacé y me decanté por otra empresa más pequeñita y con buenas practicas.
Valiente como siempre Pepe, enhorabuena por decir lo que muchos pensamos y nadie se atreve
Bien dicho Pepe. Eres valiente, yo no se si me atreveria con la de matones que hay por la Isla.
Valiente Pepe! Grande por decir verdades como puños