El Consell d’Eivissa ha iniciado un proceso participativo para decidir qué se va a hacer con los residuos de la isla en un futuro, teniendo en cuenta opciones como la que parece ser la favorita, que se incineren fuera, posiblemente en Mallorca. Sin embargo, antes de solicitar la opinión ciudadana, sería bueno informar claramente sobre lo que vale cada alternativa de las posibles.
La propuesta de trasladar los residuos a Mallorca para su incineración implica un coste económico y medioambiental muy importante. A fin de cuentas, toda quema genera emisión de gases contaminantes, del mismo modo que los barcos que transporten los residuos, no van a vela, sino que queman fuel.
La tarifa de incineración en Mallorca se ha mantenido en 114,95 euros por tonelada, gracias a una inyección de 43 millones de euros por parte del Consell de Mallorca para evitar un aumento drástico de tarifas. Sumemos a esto los gastos adicionales del transporte por vía marítima y terrestre desde Ibiza, que incrementará aún más el gasto total.
Es ingenuo pensar que Mallorca aceptará los residuos de Ibiza sin una compensación adecuada. Además, la gestión de residuos es una responsabilidad compartida, y cada isla debe asumir las consecuencias económicas y ambientales de sus decisiones.
Aunque el Govern pueda subvencionar el transporte, en todo o en parte, a través del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS), es improbable que cubra la totalidad del gasto. Y, por supuesto, depender de otros para la gestión de los residuos propios, sin una estrategia autosuficiente, encarece el proceso y supone una vulnerabilidad, se mire por donde se mire.
La implicación ciudadana en este proceso es muy positiva y deseable, pero debe estar basada en información completa y veraz. Ocultar o minimizar los costes reales asociados a la incineración en Mallorca puede llevar a decisiones mal informadas y, a largo plazo, perjudiciales.
Por eso, las instituciones deberían proporcionar a la ciudadanía una estimación detallada de los costes de cada opción de tratamiento de residuos. Solo con un conocimiento claro de las implicaciones medioambientales, económicas y logísticas, los residentes en Ibiza podrán tomar decisiones adecuadas.
Además, es mejor saber lo que valen las cosas antes de encargarlas. ¿Alguien va a un restaurante con un grupo de amigos y pide sin mirar el precio? Cuidado, no vaya a pasar con esto de los residuos, que una vez hayamos cenado, cuando traigan la cuenta, comprobemos que no nos llega el dinero para pagar y tengamos que quedarnos a fregar los platos.