El socialdemócrata Govern Balear, mediante su irracional intervencionismo -que no parece conocer límites-, ofrece subvenciones al pago de los alquileres. Démonos cuenta hasta dónde nos han llevado los malos gobiernos: ¡limosna Estatal para tener un techo! Quien quiera ver, que vea en esta subvención un artificio para esconder una penosa realidad económica.
Las “ayudas” no arreglarán el problema habitacional, sino que incrementarán el ya existente, porque se trata de un método incompatible con el libre mercado. “¡Veámoslo …!”
Esta subvención demuestra una clara incompetencia, al creer que -con maniobras populistas- se puede engañar al equilibrio de precios del libre mercado. Lo que generará esta inyección de dinero será una especulación al alza de los precios, dado que la cantidad de unidades habitacionales ofertada es la misma.
Incluso el volumen de viviendas podría descender, ya que los demandantes de alquiler “ayudados” vienen de sectores económicamente debilitados (pobreza), y podrían optar por dejar de pagar el alquiler, aprovechando que las leyes socialdemócratas de España blindan a los okupas, y por lo tanto no estarían -completamente- fuera de la Ley. Ante esta inseguridad jurídica, habrá propietarios que querrán proteger sus propiedades quitándolas del mercado.
Además, el Estado demuestra estar ciego ante una cruda realidad: muchas familias (aprox. 40% del mercado de alquiler) se las arreglan para encontrar vivienda fuera de los contratos legales –pagando “en negro”-. Al aplicarse la “ayuda”, este sector sumergido de la sociedad se hundirá aún más, no solo porque nunca podrá acceder oficialmente a dichas subvenciones, sino que se encontrará cada vez más distante de los precios al alza que estas subvenciones generarán. Y lo peor, es que continuarán sumergidos del amparo del Estado.
Como resultados objetivos, esta subvención mantendrá:
a) sectores sociales empobrecidos crónicamente, porque no se trata de una medida para aumentar las rentas reales.
b) la ineficiencia del gobierno, ya que -a la luz de los hechos- no hay medidas definitivas contra la pobreza.
En sentido contrario a esta inviable subvención socialdemócrata, el camino correcto para bajar los precios y que surjan viviendas de alquiler, se consigue mediante
políticas compatibles con el Libre Mercado, que son las ofrecidas por el modelo liberal (actualmente denominado “Libertario”), que de forma innata facilita los mecanismos de gobierno para estimular la construcción, eliminar las regulaciones sobre el suelo urbanizable, garantizar el derecho a la propiedad privada ante la expropiación por el Estado (Armengol), derogar las leyes que blindan la “okupación”, y por sobre todo, reducir considerablemente la presión fiscal a las empresas y nóminas de las personas.
Solo se moderarán los precios y habrá casa para todos, cuando el exceso de demanda sea satisfecho por un aumento considerable de la oferta.